La Unión Europea respalda la resolución de la ONU para hacer del aborto un derecho humano

La Unión Europea está apoyando sigilosamente una resolución de la ONU para declarar el derecho humano al “aborto seguro.”

Los países están negociando una resolución en la que se pide a los Estados que promuevan “los derechos humanos de todas las mujeres”, incluso a través de “abortos seguros cuando tales servicios estén permitidos por la legislación nacional.” Si bien el texto es ambiguo en cuanto a la situación jurídica exacta del aborto en el derecho internacional, por primera vez situaría el aborto en la categoría de derechos humanos internacionales en una resolución de la Asamblea General.

Japón ha estado coordinando las negociaciones de la resolución durante más de un mes, pero los expertos le han dicho al Friday Fax que la delegación de la Unión Europea está detrás de la iniciativa y no está asumiendo un papel de liderazgo para ser libre para negociar más agresivamente y dejar que Japón desempeñe el papel de moderador.

Hasta ahora ninguna resolución de la ONU ha considerado el aborto como una cuestión de derechos humanos. Las únicas veces en que se ha mencionado el aborto en resoluciones no vinculantes de las Naciones Unidas es con una salvedad que tiene debidamente en cuenta la legislación nacional o se refiere a la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. Estas advertencias garantizaban que el aborto no podía considerarse una cuestión de derechos humanos, y que cada país debía adoptar sus propias leyes sobre el aborto sin que los organismos internacionales se inmiscuyeran en sus asuntos internos, pero las nuevas ambigüedades introducidas en las resoluciones de las Naciones Unidas por las delegaciones occidentales los desafían cada vez más.

Los diplomáticos de la Unión Europea no tienen un mandato para promover el aborto en organizaciones internacionales como las Naciones Unidas. Al permitir que Japón sea el patrocinador de la resolución, los diplomáticos de la UE evitaron la necesidad de encontrar un consenso dentro del bloque negociador de la UE y son capaces de negociar la resolución más agresivamente para defenderse de los intentos de eliminarel lenguaje del aborto, así como las cuestiones homosexuales y transgénero.

Los veintisiete Estados miembros de la UE tienen una gran variedad de regímenes de aborto. Antes de que la maquinaria diplomática de la UE pueda abordar una cuestión, los veintisiete Estados miembros deben ponerse de acuerdo sobre una posición unificada en materia de política exterior. Malta, Polonia, Hungría y otros países europeos tienen leyes altamente protectoras de los no nacidos, incluso en su constitución. Probablemente vetarían cualquier intento explícito de promover el aborto como un derecho.

No obstante, los diplomáticos de la UE promueven el aborto con el pretexto de promover “la salud y los derechos sexuales y reproductivos”, que es un componente fundamental de la política exterior de la UE en materia de derechos humanos. Cada año, los Ministros de Asuntos Exteriores de la Unión Europea adoptan acuerdos por los que se encarga a los diplomáticos de la UE en las Naciones Unidas que promuevan la “salud y los derechos sexuales y reproductivos” en sus compromisos en materia de derechos humanos.

La resolución, aparentemente sobre el tratamiento de la violencia sexual, también se está utilizando para racionalizar las políticas destinadas a abordar la “violencia de género” en las políticas internacionales y nacionales para hacer frente a la violencia sexual. El término “violencia de género” es un tecnicismo que se centra en la intención del perpetrador en contraposición a la naturaleza sexual del delito. Varios organismos de las Naciones Unidas definen las políticas para abordar la “violencia de género” como la aceptación social de la homosexualidad y la afirmación de las personas que se identifican como transgénero.

La agencia de refugiados de la ONU, por ejemplo, define la violencia de género como “la violencia perpetrada contra mujeres, niñas, hombres y niños con diversas orientaciones sexuales e identidades de género, así como individuos no binarios, porque está impulsada por el deseo de castigar a quienes se considera que desafían las normas de género.”