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Las corcholatas paseadoras (cuento político supositivo, de efectos supositorios)

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(Exclusivo para adúlteros)

Las corcholatas morenistas paseaban por todo el país con cargo al presupuesto público, por órdenes directas del destapador demente de palacio.

Estuvieron en el Estado de México, en Atracomucho, perdón, quise decir ATLACOMULCO, municipio emblemático para el priismo mexiquense, donde no fue invitada la corcholata incómoda.

Pero como la corcholata incómoda se quejó ante el destapador demente de palacio, alegó que le hacían de chivo los tamales y dejó entrever la posibilidad de salirse de la secta, tuvieron que apapacharla y se vieron en la necesidad forzosa de invitarle al siguiente paseo.

En la visita turística subsecuente, la corcholata incómoda fue convocada a figurar, pero las otras corcholatas hicieron todo lo posible por amargarle el momento. Para colmo, la corcholata incómoda entró en dimes y diretes con el gato del partido.

A pesar de ello, el destapador demente de palacio, pidió a sus corcholatas favoritas no hacer caso y seguir paseando por el país, para exhibir su grado de abyección, perdón, quise decir su visión y proyectos personales.

Todo mundo sabe en el país los nombres de las corcholatas favoritas: la corcholata cometlayudas, la corcholata arcoiris y la corcholata del edén. Esas son a las que el destapador demente de palacio azuza y alienta. En cambio, la corcholata incómoda, permanece a ejemplo de la muñeca fea, arrumbada por los rincones. Ya ni a desayunar la invitan.

El destapador demente de palacio por temporadas, le da cordel y mucha cuerda a cada una de sus corcholatas, con las que juega perversamente, como hace el gato con el ratón, antes de darle el zarpazo mortal.

De idéntica manera, el destapador demente de palacio, hace a cada una de sus corcholatas, creer por turno, que es la favorita y que será ungida.

El siguiente paseo es por las lajas del Mayab. La corcholata cometlayudas a la que el destapador demente de palacio le asegura constantemente que es la buena, convivirá con la perrada en un salón que evoca la grandeza de los depuestos reyes de Francia, en franca contradicción al espíritu de austeridad republicana que pregona su secta.

Será interesante saber quienes acuden a ponerse de tapete: constatar si acude la Piñata, el gato montés, el té uaye, los borregos alquilados al panucho, las ovejas federales, el mono de la cola de caballo y cuantos más de los especímenes de la granja local.

La realidad es que la corcholata cometlayudas es nefasta. Es peor de radical que el destapador demente de palacio. Sería lo peor que le pudiera suceder al país.

Con su visita a las lajas del mayab podrá saberse que armas porta y quienes están de su lado. Si bien es cierto que los aborígenes de las tribus granates, van a donde el viento los lleve.

Será una fiesta ver los excesos, el dispendio y el servilismo ofrecidos en aras de la cuarta transformación, a la falacia de la austeridad republicana.

Es de suponerse que las corcholatas terminarán mentandose la madre entre ellas y que la corcholata incómoda terminará por decir al destapador demente de palacio que está desnudo y que tiene la soga muy corta, antes de cambiar de bando.

Seguimos pendientes…

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