Religión

La fiebre del rosario de hombres llega a Madrid

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El pasado 5 de marzo tuvo lugar el rezo público del rosario en las calles de Varsovia, registrando una afluencia cercana a las mil personas. Las redes sociales no tardaron mucho en hacerse eco de este hecho, el cual dejó una imagen tan inusual como impactante: cientos de hombres, de todas las edades, distribuidos en rigurosas filas cual escuadrón militar con las rodillas hincadas en el empedrado suelo de la capital polaca recitando avemarías.

Durante los últimos tres años, cada primer sábado de mes, las aceras de muchas ciudades polacas se han llenado de grupos de hombres arrodillados que rezan juntos el Rosario. Es una iniciativa llamada “Rosario de Hombres” (Męski Różaniec), con mítines que reúnen a varones de diferentes orígenes católicos que encuentran fuerza en esta celebérrima oración mariana para proteger y defender a sus familias de los ataques de las ideologías anticristianas. Los organizadores de las marchas de este Rosario masculino dicen que quieren atraer a hombres que compartan valores similares sin necesariamente ser parte de comunidades o movimientos católicos, hombres que a menudo están desanimados y que pueden pensar que hoy la fe solo se puede transmitir en el hogar y que es algo imposible de expresar y compartir en el espacio público. El Rosario de Hombres contradice por completo la tan asentada visión en el mundo moderno de que la religión debe ser un asunto estrictamente privado.

Un movimiento de índole similar se ha registrado en Irlanda e Irlanda del Norte. Ya son varios meses en los que un número considerable de hombres irlandeses han participado en el rezo público del rosario frente a una imagen de Nuestra Señora de Fátima. Los primeros sábados de mes, este rally de rosarios ha llegado hasta Derry, Limerick, Belfast, Omagh y otras tantas ciudades de la isla. Las razones son esencialmente las mismas que las de sus camaradas polacos: recuperar la fe católica en el ámbito público, hacer reparación por la apostasía de los gobernantes y devolver la masculinidad arrebatada a los hombres.

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