Yucatán

Efraín Aguilar y sus viudas, una historia de traiciones

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La historia de Efraín Aguilar, es una muestra continua de traiciones. Auténtico camaleón político, Aguilar Góngora chapulinea de un partido a otro, como verdadera meretriz que vende sus favores al mejor postor.

Lo preocupante de esta situación, que probablemente debiera quedar en lo anecdótico, es que Efraín Aguilar, infecta la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado, colocando a sus viudas (léase sus allegados que confían en su liderazgo político y que se reducen a unos cuantos gatos), quitando la oportunidad de trabajar a personas que realmente dieron la cara a favor del blanquiazul y del gobernador, para incluir a una serie de vividores y acomodaticios, que en nada contribuirán al éxito de la actual administración estatal.

Efraín Aguilar Góngora ingresa a la Facultad de Derecho de la UADY con una mano adelante y otra atrás. Vivía entonces prácticamente en casa de un compañero, con quien iba y venía para todos lados. Eran como la Guayaba y la Tostada, pero versión uaye. Efraín se esforzaba entonces por buscar el favor del líder estudiantil de la escuela, Ismael Peraza Valdez (Echaniz) que apenas si lo pelaba. Aguilar Góngora no pasaba entonces de una camisa.

Con Echaniz, Efraín y su contlapache pasan a integrar el Frente Juvenil Revolucionario del PRI, donde tampoco eran tomados muy en cuenta que se diga, porque el entonces todopoderoso Cervera Pacheco, no veía con muy buenos ojos al oriundo de Pacabtún, a quien Efraín había jurado lealtad y fidelidad eternas.

Es la derrota de Cervera Pacheco, lo que permite a Efraín acceder a una regiduría de representación proporcional. Con ello, empieza a tomar distancia de Echaniz y comienza a coquetear con otros personajes de la política.

Con la llegada a la gubernatura de Ivonne Ortega Pacheco, viene el rompimiento con Echaniz, pues este se rebela a la gobernadora, junto a la que permanece Aguilar Góngora, pues Ortega Pacheco lo hace diputado local y luego federal. Siendo legislador federal, Efraín conoce a Liborio Vidal y se hace amigo suyo.

En el gobierno de Rolando Zapata, Aguilar Góngora es nombrado subsecretario de gobierno. Teniendo este cargo, le hacen notar que en el registro civil estaba como subdirector su bienhechor de antaño y le preguntan si debían cortarle la cabeza (despedirlo) o quería mantenerlo en el cargo.

Aguilar Góngora muerde la mano que le dio de comer y se tendió para ayudarlo y se desentiende de la suerte de su amigo de antaño, quien sin embargo, gracias a otras amistades, logra permanecer en su puesto.

Con Rolando Zapata Efraín inicia como subsecretario de gobierno y posteriormente como vicefiscal, es en este cargo que ex compañeros suyos nos dicen que aprovecha para medrar y hacerse de propiedades inmobiliarias a través de prestanombres, situación que le genera pingües ganancias.

Efraín se ostenta públicamente como empresario, pero la realidad es que posee nada más dos o tres lavanderías, negocios que si bien dan para vivir, no proporcionan un modo de vida lujoso.

Con Rolando Zapata es nombrado candidato a una diputación y es vencido. Ante la pérdida del gobierno del estado, Efraín empieza a dejar de tomar en serio su militancia priista y comienza a fijarse en otras alternativas electorales, pero sin atreverse a cruzar la raya públicamente.

Cuando Ivonne Ortega deja el tricolor y pasa a Movimiento Ciudadano Aguilar Góngora vislumbra un buen bisne en perspectiva y ofrece sus servicios a la ex gobernadora.

Empero, su voracidad lo impele a pedir las perlas de la Virgen e Ivonne Ortega lo manda por un tubo. Efraín queda fuera de la operación política por Mérida (se asumía como el propietario del tercer distrito) y debe resignarse al desairado papel de cuchmaleta de Javier Osante.

Pero su desmedida codicia, lo lleva a romper nexos con Movimiento Ciudadano y es cuando providencialmente, se entera que Liborio Vidal accede a la titularidad de la Secretaría de Educación.

Efraín, a quien no le quedan muchas fichas por jugar, más que la presidencia ficticia del grupo héroes (que ya sólo integran sus más cercanos allegados) y la protección de Liborio Vidal, incrusta a sus viudas (allegados) en la dependencia estatal a cargo de éste último. Peor aún, ni siquiera son discretos y todo lo presumen a través de las redes sociales.

Nada bueno espera a Liborio Vidal, a la Secretaría de Educación y al gobierno del estado, con la inclusión de esta percha de vividores, que carecen de ética, de lealtad y compromiso con la administración que los ayuda. Son especialistas en la traición y en morder la mano que se les tiende.

Recomendamos al Secretario de Educación seleccionar mucho mejor sus amistades. Con amigos así no necesita enemigos y no va a llegar ni a la esquina, pues se trata de gente que nada aporta en lo político. Los verdaderos operadores que hubo, ya hace mucho que tomaron distancia de Efraín Aguilar y sus viudas.

Mucho ojo con esta colección de alhajas, porque tienen muchas malas mañas y siempre mienten, ellos no van a apoyar a nadie que no sea su líder, irán a donde los lleve el viento y Efraín Aguilar les diga.

Empero, a pesar de su fugaz paso por Movimiento Ciudadano y de jurar amor eterno al amigo Libo, incrustando en la SEGEY a sus viudas, Efraín Aguilar todavía tiene el descaro de asumirse priista y proclamar que no ha renunciado a su militancia. Mayor cinismo no es posible. De esta clase de sabandijas es que todo gobierno debe sacudirse.

Seguimos pendientes…

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