Guardia Nacional participó en ceremonia realizada en la Basílica de Guadalupe

Por medio de redes sociales, diversos usuarios reportaron que elementos de la Guardia Nacional participaron en una ceremonia que se verificó en la Basílica de Guadalupe. Esto causó polémica debido a que mencionaron era violatorio de la condición del estado, que debe ser laico, independientemente de considerar constituía una falta de respeto y delicadeza no sólo para el recinto, sino para la Iglesia Católica Mexicana como institución y en última instancia para la sensibilidad del pueblo mexicano, que venera a la Virgen del Tepeyac.

Un internauta llamado Jorge Medellín, fue quien realizó la primera publicación, que obtuvo algunos comentarios de sorpresa ante este suceso.

Nos comentan que los hechos se verificaron el 16 de septiembre en el marco de una ceremonia de la Escuela Cristóbal Colón de La Salle, cuya banda de guerra participó luego de la Misa Capitular de ese día y que estuvo acompañada de la institución.

«Hoy 16 de septiembre, la Banda de Guerra participó en los Honores a la Bandera, junto con la Escolta de la Guardia Nacional, en la Basílica de Guadalupe al concluir la Misa Capitular», se lee en la publicación de Facebook.

En otras publicaciones, pudimos leer que los internautas no estaban de acuerdo con que esto ocurriera y con la participación de la Guardia Nacional y su presencia en el recinto.

Mucha gente destacó que no recordaban que cosa semejante acaeciera en templos de ninguna confesión religiosa y que ceremonias semejantes se llevaban a cabo en instalaciones de carácter artístico, cultural o deportivo, pero jamás en iglesias.

Sobre todo, a muchos católicos indignó que fuera el sacerdote oficiante, quien solicitara a los feligreses, saludar al lábaro patrio y entonar el himno nacional.

Las conjeturas al respecto abundaron y se cuestionó duramente a la jerarquía católica mexicana por su permisividad para un acto completamente fuera de lugar.

Ante la magnitud de los cuestionamientos de los internautas, en defensa de la fe o del estado laico y los duros epítetos hacia las autoridades civiles, militares y eclesiásticas, el padre José de Jesús Aguilar, asiduo concurrente a espectáculos y ajonjolí de todos los moles televisivos, a través de una grabación en YouTube, intentó relajar el ambiente, aclarando que debido a que los restos de los héroes de la independencia permanecieron durante más de cien años en la Catedral Metropolitana, desde el año dos mil, se acostumbra realizar esta clase de homenajes los domingos inmediatamente cercanos al día de la independencia y al día de la bandera, concluida la misa, habida cuenta de la condición de católicos de la mayoría de los mexicanos y habida cuenta de hacerse al término de los oficios litúrgicos, se considera no existe violación a ninguna norma vigente, ni al estado laico.

En medio de todos estos dimes y diretes, ninguna autoridad, ni de la arquidiócesis primada de México, ni de la Ciudad de México, ni de la Guardia Nacional, han emitido comentarios al respecto.

Curiosamente, nadie mencionó lo prescrito en la Ley Reglamentaria para el Uso del Escudo, la Bandera y el Himno Nacional, que consigna muy claramente los lugares y motivos en los que se debe rendir homenaje a nuestra enseña nacional y debe cantarse el himno nacional, situación que en la práctica sabemos es letra muerta, toda vez que se cometen excesos al respecto, principalmente en eventos de espectáculos y deportivos que implican la presencia de un público masivo.

De igual forma, sorprende y llama la atención la pasividad y la falta de conocimiento de la normatividad en vigor y la falta de sutileza de las autoridades civiles y militares, que transigen a la realización de semejante despropósito.

En similar orden de ideas, es censurable la poca circunspección y respeto que las autoridades de la Basílica y la Arquidiócesis Primada de México exhiben respecto de la cautela, el recato y la veneración que se deben al Santuario Mariano más importante de nuestro país.

La realidad es que las autoridades religiosas, civiles y militares no quedaron bien parados con nadie. Es el problema de pretender quedar bien con Dios y con el diablo.

Pero lo peor del asunto, es la supina ignorancia que acusa la Iglesia Católica Mexicana que pasa por alto el precepto bíblico que consigna que nadie puede servir a dos amos.

Fuera conveniente que alguien haga la caridad de inscribir a monseñor Carlos Aguiar Retes al curso más elemental del catecismo, a ver si algo aprende en la materia.

Seguimos pendientes…