Renán Barrera y el destino de Mérida en los próximos tres años
Renán Barrera rinde protesta hoy por tercera vez como alcalde de Mérida, situación histórica y que constituye un hecho inédito para nuestra ciudad.
En su periodo anterior, pese a las complicaciones derivadas de la pandemia, Renán transitó un camino sin dificultades ni grandes obstáculos. Podemos decir que tocó prácticamente por nota.
A mayor abundamiento, los astros se le alinearon de tal modo, que contó con la fortuna de enfrentar una oposición desarticulada y dividida, situación que no quita mérito ni menoscaba la labor realizada en lo administrativo, en lo social y en lo político por el alcalde.
Renán debe entender que no es lo mismo gobernar Mérida, que el estado de Yucatán. Los modos tienen que ser distintos, habida cuenta de lo diverso de la idiosincrasia de la gente de una y otra parte.
De igual modo, los sucesos recientes han demostrado que si Renán supone que los años por venir serán un mar en calma, el panorama no será así. Queda de manifiesto que nuestro alcalde lleva una diana colocada en pecho y espalda y que será el blanco favorito del fuego interno y externo.
Tirarle a Renán y su ayuntamiento será el deporte de moda. Así lo han manifestado abiertamente personajes de lo más rancio de la izquierda, que han migrado de MORENA a sus partidos paleros y que intentarán lastimar al primer edil de nuestra ciudad. Lo mismo puede esperarse de integrantes de semejante ralea, de otras tendencias o grupúsculos izquierdizantes.
Por tanto, es primordial que el esfuerzo se enfoque a renglones fácilmente perceptibles y aquilatables para la sociedad: salud y reactivación económica ha dicho el alcalde. Nos atrevemos todavía a sugerir un tercer rubro: excelencia en los servicios públicos.
Es importante que el municipe emeritense se dé baños de pueblo, que sepa figurar mediáticamente y ganarse los titulares, lo mismo que tener la capacidad de tejer alianzas, manejando la aritmética política, que prescribe sumar y multiplicar.
Reviste capital importancia en el éxito del proyecto, tener un equipo capaz y disciplinado. De ahí la trascendencia de que permanezca la mayor parte de los participantes en la administración inmediata anterior, con un mínimo de adiciones, que se espera se conviertan en revulsivos en sus respectivas áreas.
Las nuevas incorporaciones, como los refuerzos en el fútbol, deben dar resultados de inmediato, sin poner como pretexto desconocimiento o adaptación. Si alguien no funciona, veterano o novato, debe ser sustituido de inmediato, no hay modo de esperar, toda vez que la presente administración es trampolín directamente hacia la candidatura a gobernador y de haber errores, estos pudieran traducirse, en dejarla escapar.
Los meridanos esperamos mucho de Renán Barrera, merced a su profundo conocimiento de la ciudad, de sus necesidades, problemática y áreas de oportunidad.
Hacemos votos para que tenga la habilidad, la entereza y la chispa necesarias para conducir a buen puerto el destino de los meridanos en los próximos tres años, en pos de poder conseguir acceder a mayores empresas.
Seguimos pendientes…