Las muestras de la Luna tomadas por China podrían reescribir la historia del sistema solar
Durante los meses de julio y agosto vence el plazo de 6 meses para que China pueda empezar a compartir con los científicos de otros países las muestras lunares que recolectó su sonda Chang’e 5. Algunos de ellos esperan que este material ayude a resolver varios de los misterios que rodean a nuestro satélite.
En diciembre de 2020 cuando la sonda china Chang’e 5 regresó a la Tierra con muestras lunares, habían transcurrido más de 40 años desde la última vez que los científicos pudieron acceder a material proveniente de nuestro satélite natural.La misión trajo alrededor de 1,7 kilogramos de rocas y suelo del Océano Procellarum u Océano de las Tormentas, un mar lunar que se encuentra en el margen oeste de la cara visible del satélite y ocupa una superficie de casi 1,7 millones de kilómetros cuadrados.
Se cree que las rocas en esta región de la Luna son mucho más jóvenes que las muestras recolectadas por las misiones estadounidenses y soviéticas, que tienen entre 3.000 millones y 4.000 millones de años de antigüedad.
Las preguntas que podrían ser respondidas
Las muestras recolectadas por Chang’e 5 permitirán a los científicos afinar los métodos para determinar cuándo ocurrieron diferentes eventos en la historia del sistema solar.
Al no tener muestras provenientes de esa región de la Luna, los científicos habían estimado la edad de la superficie guiándose por los cráteres. Es decir, según ese modelo las superficies más antiguas tendrían más cráteres que las más jóvenes. Y esta técnica de medición fue extendida a otros cuerpos planetarios.
«Si las nuevas muestras resultan ser más jóvenes de lo que sugieren los modelos de conteo de cráteres, eso significa que toda nuestra cronología de la luna necesita ser corregida. Eso es bastante fundamental», dijo a Scientific American Jim Head, un científico planetario de la Universidad de Brown.
Otras mediciones, como la radiactividad, podrían ayudar a explicar la actividad extendida de los volcanes lunares. Y conocer esta historia no solo es clave para determinar con mayor precisión la evolución lunar, sino que también ayudará a determinar la verdadera edad de Mercurio, Marte, la Tierra y otros cuerpos.