Internacional

EL ORIGEN DE ‘LILIBET’, EL CARIÑOSO APELATIVO POR EL QUE SE CONOCE A ISABEL II Y EL NOMBRE QUE MEGHAN Y HARRY HAN ELEGIDO PARA SU HIJA

Spread the love
Felipe de Edimburgo fue la última persona en llamar Lillibet a la reina de Inglaterra. La hija de Harry y Meghan recibirá el nombre de Lillibet por Isabel II pero, ¿por qué a la monarca la llamaban así?
Meghan Markle y la reina Isabel II.

La hija de Meghan Markle y el príncipe Harry ha nacido y ya tiene nombreLilibet Diana Mountbatten-Windsor. Uno bastante curioso, porque la primera parte es un apelativo cariñoso que inauguró la reina de Inglaterra cuando todavía era una princesa.

Lilibet no es exactamente un diminutivo de Elizabeth (como podrían ser Lillibeth o Lizbeth), sino una broma familiar de los Windsor de hace un siglo. Una que adoptaron sus padres, el rey Jorge VI la reina madre, Isabel Bowes-Lyon, como sus abuelos, Jorge V y María de Teck. Y que viene de la propia Elizabeth: cuando era una niña pequeña, la futura reina tenía problemas para pronunciar su complicado nombre, que reducía de «Elizabeth» a «Lilibet».

La gracia de la niña se impuso, y pronto incluso Jorge VI se referiría a su hija por ese apodo («Lilibet es mi orgullo y Margarita mi alegría»), que rápidamente se extendió a sus abuelos, y que su futuro marido terminaría adoptando.

El cariñoso apelativo quedaba reservado así para su familia más íntima (salvo Margarita, que nunca adoptó del todo la costumbre) y para otros miembros de la realeza en circunstancias excepcionales.

Como cuando los reyes, Felipe y Letizia mandaron el telegrama de pésame a la reina por el fallecimiento de Felipe de Edimburgo, encabezado por un «Querida tía Lilibet».

Un gesto de cariño y complicidad, justo cuando la reina había perdido a la última persona viva que la llamaba así (la otra opción, si hubiesen tirado de los motes que usaba con la reina el fallecido consorte, era un poco más impracticable: «Querida tía Repollo»).

Así, el gesto de Harry y Meghan también supone un doble cariño hacia la bisabuela de Lilibet Diana: no sólo le rinde tributo a ella. También, mientras viva, la recién nacida mantendrá un nombre que la reina no esperaba ya volver a oír en voz alta. Y, de paso, los padres se aseguran que la niña no tenga los mismos problemas que tuvo su predecesora cuando aprenda a hablar: es un nombre acuñado en esas mismas circunstancias.

Deja una respuesta