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MORENA no quiere hombres libres, sino esclavos

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Primero los pobres es el cliché que de manera constante repite Andrés Manuel López Obrador, emblema político de MORENA.

En el discurso y en la teoría, es innegable que la frase es atractiva y vende bien, pero en la realidad, las cosas son muy distintas.

MORENA pregona a voz en cuello que pródiga apoyos para diversos sectores sociales, como medio de paliar la desigualdad existente en nuestro país. Pero más allá de la retórica, las cosas cambian de manera radical.

En realidad lo que MORENA procura es hacerse de clientelas, esclavizando a sus prosélitos a través de acostumbrarlos a vivir de los apoyos sociales que reparte, pagados todos con dinero público. Es decir, con fondos que provienen de los impuestos.

Mucha gente no ve nada malo en esto y hasta considera adecuado que la gente más necesitada reciba de este modo, algo de lo que da y recupere por esta vía, algo de la riqueza que genera, a través de su trabajo.

Pero las cosas no son así. En primer lugar, porque los apoyos sociales deben ser focalizados, es decir, entregarse estrictamente a quienes lo requieran y no existen al respecto padrones confiables, además de recibirlos, muchas personas que no debieran.

La verdad es que la población en edad productiva, debería generar riqueza, en vez de recibir dádivas gubernamentales. Esto no sucede en nuestro país y hay muchos argumentos utilizados por la izquierda para el reparto clientelar de apoyos.

Los pretextos más manidos son la marginación social, la falta de experiencia y calificación laboral y la carencia de preparación académica. No podemos negar la existencia de todo lo anterior, pero ello no puede, ni debe ser pretexto, para justificar la ineficiencia y el despilfarro.

Porque dadas las peculiaridades de la condición humana, es más fácil extender la mano y habituarse a recibir sin esforzarse, que desplegar habilidades y trabajo para la superación. A muchos es un hecho que les atrae obtener satisfactotes con el menor esfuerzo.

La izquierda presenta la entrega de apoyos como actos de reivindicación social, pero en la realidad, son verdaderas conductas esclavistas que se despliegan, promocionadas por el estado, matando el deseo de superación y extinguiendo todo asomo de iniciativa personal.

Con el justificante de repartir apoyos, para reducir la brecha social, la izquierda genera verdaderos circuitos de control económico, ideológico, social y político, pues le proveen medios para manipular y reprimir.

Todo gobierno autocrático y totalitario se caracteriza por su aparente vocación social, que no es otra cosa que una férrea voluntad de sojuzgamiento. Ejemplos tenemos de sobra, en la Alemania nazi, en la Rusia soviética, en la China maoista e incluso en los gobiernos mexicanos postrevolucionarios, sin distinción de extracción partidista.

Empero, ningún otro gobierno en nuestro país había pretendido llevar las cosas, al extremo que aspira MORENA, creando para ello, una guardia pretoriana encargada del reparto clientelar de dádivas, llamados servidores de la nación.

No aspira MORENA a reducir la brecha social capacitando y dando herramientas a la población para superarse, como imaginara Vicente Fox, con su pretensión de dotar a cada ciudadano de un negocio propio (changarro) y un vehículo (volcho). Por el contrario, MORENA predica tener un par de mudas de ropa y de zapatos y vivir austeramente.

No promueven MORENA y la izquierda la libertad del individuo a través de la superación, conseguida a través de la educación continua y el trabajo tesonero, sino predican la comodidad, la mediocridad y el conformismo, alentando a la gente a no producir y limitarse a extender la mano para recibir.

La izquierda y MORENA crean la falsa percepción de la obligación estatal de proporcionar apoyos a la población, cuando en realidad estos subsidios debieran llegar única y exclusivamente a quienes estuvieran material e intelectualmente impedidos de capacitarse, superarse y trabajar. Adultos mayores, menores de edad y personas con capacidades diferentes debieran ser quienes en exclusiva recibieran apoyo estatal y eso, solamente si se comprobase plenamente su incapacidad material para el estudio y el trabajo.

La experiencia histórica, política y social, nos comprueba de manera fehaciente que nada de lo que entrega el estado es gratis. Todo lo que otorga un gobierno se cobra de manera posterior y muy caro, de manera totalmente desproporcionada a lo que implica su costo real.

El pueblo meridano no puede ni debe caer en el garlito de las falacias pregonadas por la izquierda, que sólo alienta la mediocridad, la sumisión y el conformismo.

MORENA no busca generar una ciudadanía pensante, analítica, exigente y actuante, busca por el contrario, procurarse clientelas y esclavos, lo mismo que los narcotraficantes inician regalando las drogas para intoxicar a sus consumidores, volviéndolo dependientes, para luego cobrarse muy caro. Por eso exigen lealtad y sumisión absolutas, piden no ejercer el el discernimiento y no razonar. No les conviene.

Las únicas herramientas de que dispone el ser humano para crecer y superarse y lo hacen realmente libre son la educación y el trabajo. Lo único que contribuye a la libertad y a la dignidad humana, es el estudio y el trabajo. Recordemos el poema aprendido en nuestros años de infancia: «estudia y no serás cuando crecido, juguete en las manos del destino, ni el esclavo servil de los tiranos».

Meridanos: recuérdenlo y no se dejen engañar: MORENA busca esclavos, con dinero de todos. Mérida merece mucho más.

Seguimos pendientes…

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