¿Es Cecilia Patrón la próxima Ana Rosa?

Se comenta en los pasillos del panismo que Mauricio Vila y Renán Barrera han llegado a un acuerdo que concilia los intereses de ambas facciones rumbo a los comicios de 2021.

Lo anterior, resulta lo más sensato, en mérito del natural desgaste que implica el ejercicio del poder, habida cuenta de errores cometidos y de la existencia de un gobierno federal ávido de arrebatar posiciones a sus contrarios.

Para el panismo, resulta indispensable marchar unido, para poder competir ventajosamente en las elecciones por venir. Si no se da esta premisa, el blanquiazul está liquidado y veremos la joya de la corona teñirse de granate muy probablemente.

Pero los panistas se están topando con un obstáculo inesperado para sus objetivos: la propia presidenta del comité municipal del PAN en nuestra ciudad, Cecilia Patrón Laviada, que de manera increíble se dedica a torpedear y tratar de echar a pique el pacto de unidad.

Y es que Cecilia Patrón, guiada por su insaciable y desmesurada ambición y hambre de poder, está obsesionada con la posibilidad de acceder a ser candidata para la alcaldía de nuestra ciudad.

Pero la menor de los hermanos Patrón Laviada no advierte (o hace como que no se da cuenta) que los meridanos la rechazan, que la población de nuestra ciudad no la quiere y que este desprecio, se lo han hecho sentir en procesos electorales pasados, propinándole severos reveses y de manera reciente, todo esto se hace patente en redes sociales, donde le dicen hasta la despedida.

Si bien Cecilia hace oídos de mercader a la reprobación y descalificaciones generalizadas, es preciso decir que en Palacio de gobierno y en Palacio municipal ya existen encuestas que prueban fehacientemente que si la menor de la dinastía Patrón abandera al blanquiazul en nuestra urbe, le espera una derrota cataclísmica e inevitable (quizá la propia Cecilia ya lo sabe, pero finge demencia).

A pesar de lo anterior y contra todo buen sentido, Cecilia Patrón se empeña en echar a pique el acuerdo que se dice ya existe, en una actitud no sólo irracional, sino suicida, que pone en riesgo al panismo en el panorama electoral venidero.

El gobernador suponemos, es consciente del riesgo que se corre y en su calidad de jefe político del panismo en nuestra entidad y también de la díscola dirigente municipal, es la figura llamada a dar un golpe de autoridad, aporrear la mano y meter en cintura a Cecilia Patrón, logrando alinearla, a la buena o a la mala. Es la máxima instancia en lo político y está en sus capacidades hacerlo. Tolerar que continúen los dislates de la dirigente municipal, pudiera resultar ruinoso.

El panismo debe enfrentar las próximas elecciones, mediante los mejores candidatos a los diversos cargos de elección popular, sin importar grupo político de origen (incluso valdría la pena valorar tal vez, la posibilidad de incluir cuadros de la sociedad civil, que comulguen con los principios partidistas de ser esto preciso).

Integrantes del Comité municipal meridano nos han hecho saber que Cecilia quiere ser candidata y si no lo es, ha manifestado que no le importa que el PAN pierda las elecciones.

Algunos incluso han mencionado que la menor de los hermanos Patrón Laviada, entre risas y bromas, ha dejado entrever la posibilidad de cambiar de chaqueta y pedir chance en MORENA, aprovechando que Joaquín Díaz Mena, representante del gobierno federal en nuestra entidad, es un lacayo al servicio de los intereses del clan Patrón Laviada.

La realidad es que el escenario actual nos remite de manera inevitable a lo sucedido años atrás, con otra figura del panismo que no sólo defeccionó, sino que operó políticamente contra el que fuera su partido de origen, aliándose a sus adversarios, que en premio le dieron un cargo público: Ana Rosa Payán Cervera.

De suerte tal, es obligado preguntarse: ¿es Cecilia Patrón la próxima Ana Rosa Payán?, ¿será la presidenta del panismo meridano la responsable de la debacle de su partido?, ¿cumplirá el gobernador la parte que le toca en el acuerdo, metiéndola en cintura y cuadrándola?

¿Tendrán tan mala memoria los panistas que ya hayan olvidado lo sucedido con Ana Rosa Payán y con Beatriz Zavala? Eso es lo que hay que ver y muy pronto nos daremos cuenta.

Seguimos pendientes…