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Más del ISSSTE, donde por lo visto, todo anda mal…

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Pensábamos que con José Luis Peniche Patrón las cosas andaban mal en el ISSSTE, pero nos equivocamos; las cosas están peor de lo que suponíamos y eso más allá de reconocer las corruptelas y excesos del ex contador de Ivonne Ortega, nos lleva a darnos cuenta que en la institución existen verdaderas lacras, que han creado verdaderos cotos de poder.

Tal es el caso de lo que sucede con la licenciada María Luisa Ríos Vent, jefa del jurídico del ISSSTE, que nos comentan fuentes de la mencionada dependencia federal que solicitaron el anonimato, es una mujer prepotente, que se siente hecha a mano, haciéndole un favor al mundo con existir y cree que todo lo puede.

La licenciada Ríos Vent, insisten nuestros informantes, es una persona que no cumple a cabalidad con su obligación de asesorar como es debido a la doctora Martha Eugenia Montemayor Curiel, responsable institucional, en lo concerniente a la interpretación del marco normativo institucional, llevándola a cometer errores y yerros que no tienen razón de ser.

Un ejemplo de ello, es el nombramiento de Antonio Borges Medina, como subdelegado, en lugar de Jorge Castillo Aguilar, quien se acogió a los beneficios del decreto presidencial que inhibe de la obligación de presentarse a prestar sus servicios a quienes pertenezcan por edad o padecimientos, a algún grupo vulnerable.

Habiéndose acogido Castillo Aguilar al beneficio de la letra del decreto, el nombramiento realizado es de legalidad cuestionable, pues vulnera sus derechos como trabajador y no sólo es inadmisible por su dudoso valor legal, sino por el hecho de que se entiende que Ríos Vent siendo perito en derecho debía cuidar los detalles correspondientes al apego legal. Para rematar todo lo anterior, se comenta que Borges Medina está afectado por el coronavirus.

De María Luisa Ríos Vent se dicen cosas terribles. Nos refieren que tenía chófer y se llevaba a su domicilio vehículos del parque institucional. Hace solo un par de días protagonizó un incidente bochornoso, que la llevó a pegar de gritos y decir que podía despedir a quien le diera la gana.

Ojalá la doctora Montemayor Curiel no olvide que fue la licenciada María Luisa Ríos Vent, le encargada de sacarla con lujo de prepotencia de la dirección del hospital de Buenavista y determine librar al ISSSTE de una verdadera lacra, que ha medrado con cobijo oficial.

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