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Ministro de Salud de Argentina niega que el embrión esté vivo «o el aborto sería genocidio»

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¿Es posible tener un título en medicina, ser ministro de Sanidad en un país, y ser un completo ignorante en embriología y biología básica? Sí es posible, según parece indicar el caso del cirujano y ministro de Salud de Argentina, Ginés González García.

“Acá no hay dos vidas como lo dicen algunos, acá claramente es una sola vida y lo otro es un fenómeno (…). Si no fuera así, estaríamos ante el mayor genocidio universal, que es el que hace más de la mitad del mundo civilizado, mucho más de la mitad”, declaró el ministro.

Lo hizo en una exposición vía Zoom, desde la Casa Rosada, ante la “Comisión de Legislación General, de Legislación Penal, de mujeres y diversidad y de acción social y salud pública”, que discute el proyecto de legalización del aborto presentado por el presidente argentino Alberto Fernández y que será votado en menos de dos semanas.

El ministro incluso pareció intentar filosofar un poco. “¿Cuándo inicia la vida? La vida se inicia desde el tiempo remoto. No se olviden que hay religiones que prohíben la masturbación masculina pues se considera que se pierde vida. Eso no es lo que se tramita en este tipo de leyes. El mundo ha resuelto la idea de cuándo es persona, no cuándo es vida. Vida tiene un óvulo, un espermatozoide, obviamente siempre hay vida, pero reitero, no es eso de lo que se trata”, dijo el ministro.

Es evidente que el cirujano político parece confundir la «vida» en general, con el inicio de un individuo humano vivo, la aparición de un nuevo ser humano individual, algo que todos los manuales de embriología detectan en el momento en que los elementos cromosómicos de óvulo y espermatozoide «se unifican y ordenan en un engranaje conjunto y comienza la primera segmentación» (Günter Roger, Institute d’Anatomie et Embriologe, Friburgo, Suiza).

Si el embrión humano no está vivo, como dice el ministro, ¿por qué crece, le sale un corazón que late, brazos, piernas, cabeza y acaba naciendo si no le matan?

La respuesta es que el embrión humano es un individuo humano vivo en pleno crecimiento.

Tampoco tiene sentido decir que el cuerpo del embrión pertenece a la madre: el embrión tiene un ADN distinto al de su madre, un grupo sanguíneo distinto, su propio corazón con su propio latido, su propio cuerpo con sus propio dinamismo, un sexo distinto… ¿o es razonable decir que una embarazada de trillizos varones tiene 4 cabezas, 4 corazones, dos sexos distintos a la vez, 10 brazos, etc…?

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Nosotros, los individuos humanos, en nuestras distintas etapas de crecimiento en la vida prenatal (aunque la primera se llama cigoto, el concepto «huevo fertilizado» no es científico)

Críticas en las redes sociales, citando a la Academia Nacional de Medicina

Desde Argentina, el coordinador general del Frente Joven, Leandro Flocco, escribió en Twitter: “Ginés tirando la justa… ‘si hubiese 2 vidas, estaríamos ante el mayor genocidio universal’. ‘Ministro’, por esta razón nos movilizamos miles en todo el país”.

Gabriel Ballerini, bioeticista en la Universidad Católica Argentina (UCA), tuiteó: “El incompetente ministro de Salud, Ginés González, ignorando todo fundamento científico y desconociendo lo más básico de la embriología, materia de primer año en medicina, nos deslumbra nuevamente con otra estruendosa muestra de su estolidez”.

Otros recordaron al ministro que en un comunicado del 2018 la Academia Nacional argentina de Medicina explicó que “el niño por nacer, científica y biológicamente es un ser humano cuya existencia comienza al momento de la concepción”, por lo que “destruir un embrión humano significa impedir el nacimiento de un ser humano”. Por lo tanto, “la salud pública argentina necesita de propuestas que cuiden y protejan a la madre y a su hijo, a la vida de la mujer y a la del niño por nacer”.

La Academia recordó también que “el pensamiento médico a partir de la ética hipocrática ha defendido la vida humana como condición inalienable desde la concepción”, por lo que pidió a los médicos “mantener la fidelidad a la que un día se comprometieron bajo juramento”.

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