Internacional

La masonería crece en España y en Italia: ¿es sed espiritual o sólo buscan hacer contactos?


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Sábado 24 de mayo de 2025

La masonería está creciendo en España y también en Italia, y sus miembros lo declaran con satisfacción.

La web de la Gran Logia de España, que con unos 3.000 miembros se considera que es la mayor organización masónica de España, anunciaba este mes de mayo que «desde abril de 2022 hasta el día de redacción de este Editorial, el número de miembros totales registrados en la Gran Logia de España, considerando profanos que ven la luz, pero también las planchas de quite, así como afiliaciones, regularizaciones y hermanos que han pasado al Oriente Eterno [es decir, que se han muerto], ha subido un 11,6%».

Añadía: «La Gran Logia de España está creciendo, y todos lo estamos comprobando. Se suceden en nuestros buzones de correo electrónico decretos de reactivación de Logias, de levantamiento de columnas, y de creación de triángulos […] Desde abril de 2022 se han reactivado o consagrado 15 Respetables Logias Simbólicas en el conjunto de la geografía española. Es decir, el 8% de las Logias activas en la actualidad en la Gran Logia de España han iniciado o retomado trabajos en los últimos tres años».

El editorial de la revista de la Gran Logia de España se pregunta por las razones del crecimiento y comenta sólo las razones «internas».

Entre ellas, señalan cambios en su normativa interna que favorecen la creación de grupos pequeños llamados «triángulos» (requieren al menos tres maestros masones), más fáciles de organizar que una logia.

También destacan que la Gran Logia de España se ha esforzado por tratar bien a la prensa y han salido en muchos reportajes televisivos, radios, podcasts y canales de YouTube.

Además, mucha gente puede interesarse directamente a través de la web y el YouTube de la logia.

También han apostado por un cómic dirigido a los interesados en el cómic histórico llamado El Águila y el compás (su autor, Juan Cantero, es un «venerable hermano» masón).

La revista no lo especifica, pero tener como Gran Maestro a un senador socialista, José María Oleaga Zalvidea, probablemente también ha ayudado a que la prensa mostrara interés y fuera amable. 

De todas formas, la masonería en España sigue siendo diminuta comparada con su presencia en otros países.

El Gran Oriente de Italia, la mayor organización masónica del país, tendría unos 23.000 integrantes, cinco mil más que en 2007. No admiten mujeres, pero también declaran estar en crecimiento.

Y las cifras palidecen comparadas con las de Francia. El Gran Oriente de Francia, en un folleto de 2023, declaraba tener casi 52.500 miembros. Es cierto que no crecía mucho (en 2019 tenía unos 52.000). Pero es que tiene mucha competencia: la Gran Logia de Francia declaraba unos 35.000 miembros (masculinos), la Gran Logia Nacional Francesa, unos 30.000 miembros (masculinos), la Federación Francesa del Derecho Humano unos 17.500 y la Gran Logia Femenina de Francia, unos 14.500.

Encuentro internacional de masones en Bulgaria en 2025 en un hotel
Encuentro internacional de masones en Bulgaria en 2025 en un hotel

Un artículo de El Periódico de Catalunya, consultando fuentes italianas en 2024, trataba de entender qué tiene la masonería de atractivo. 

«Massimo Rizzardini, profesor de la Universidad de Milán y autor del libro En el Oriente de Italia, lo argumentaba recientemente así: «El secretismo, los ritos tradicionalistas inmutados, la posibilidad de vivir una experiencia alejada del mundo profano, tienen [un poder de] atracción muy fuerte» en Italia.

Otros investigadores como Eleonora Salina han dado explicaciones más sencillas, entre ellas el querer «hacer negocios o progresar en la carrera al entrar en contacto con personas que te pueden ayudar».

¿Masones por el cargo? ¿O hay sed espiritual?

En las webs y en los folletos masónicos se insiste en que uno debe hacerse masón por interés «espiritual» y para crecer como persona y que no debe tener interés crematístico ni material ni buscar «hacer negocios». 

Pero los ex masones que dejan ese mundo explican que, efectivamente, en las logias se tejen complicidades y se intercambian favores.

Y en el caso de la Gran Logia de España, según un reportaje de Antonio Fernández en 2024 para El Confidencial, «todos los máximos cargos, salvo el Gran Orador y el Gran Tesorero, que son electos, han sido nombrados a dedo por Oleaga [el Gram Maestro y senador socialista] y suelen ser socialistas». 

Es verdad que el socialismo español es famoso por repartir infinitos cargos entre sus militantes pero ¿de verdad un número importante de españoles dedice apuntarse a «triángulos» o logias esperando acceder a favores de cargos socialistas?

La otra opción es que, como indica la misma revista de la Gran Logia de España, al lograr más visibilidad en redes, radio y TV y periódicos, y en programas de Internet, muchas personas con curiosidad e inquietud espiritual se sientan atraídas.

«Una experiencia alejada del mundo profano», como decía Rizzardini, pero no muy alejada, que no cambie apenas el estilo de vida, ni las exigencias morales mundanas y que dé sensación de pertenencia a algo «especial», una necesidad en nuestra época de soledad, y más a ciertas edades.

¿Qué dice la Iglesia sobre la masonería?

En noviembre de 2023, la Santa Sede, a través del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, volvió a mostrarse contra la participación de católicos en grupos masónicos... y los expertos contabilizan unas 600 menciones ya de Magisterio contra estas sociedades.

Un obispo filipino preocupado consultó a Doctrina de la Fe, y la respuesta fue clara: «La pertenencia activa de un fiel a la masonería está prohibida, debido a la incompatibilidad entre la doctrina católica y la masonería».

«Quienes formal y conscientemente sean miembros de logias masónicas y hayan abrazado los principios masónicos, quedan comprendidos en las disposiciones presentes en la citada Declaración. Estas medidas se aplican también a cualquier eclesiástico registrado en la masonería», explicaba el prefecto, el cardenal Víctor Manuel Fernández, que se refería a la nota firmada en 1983 por el entonces prefecto, el cardenal Ratzinger.

Ratzinger decía en 1983 que “no ha cambiado el juicio negativo de la Iglesia respecto de las asociaciones masónicas, porque sus principios siempre han sido considerados inconciliables con la doctrina de la Iglesia; en consecuencia, la afiliación a las mismas sigue prohibida por la Iglesia. Los fieles que pertenezcan a asociaciones masónicas se hallan en estado de pecado grave y no pueden acercarse a la santa comunión”. 

El relativismo y una ética sin verdad

Serge Abad-Gallardo, un ex miembro de la masonería convertido al catolicismo, explicaba en su libro Por qué dejé de ser masón (Libros Libres) que tanto en la teoría como en la práctica es incompatible ser masón y cristiano. 

«El relativismo está en el fundamento mismo de la masonería», explicaba. “Los masones niegan la posibilidad de un conocimiento objetivo de la verdad”.

También piden el rechazo a cualquier dogma, incluso los dogmas de fe que un católico debe profesar, y desprecia la idea de que Dios se haya revelado. También la idea de que el hombre necesite a Dios para salvarse.

Y, en la práctica, la masonería favorece el relativismo ético y acudir a cierto «consenso» donde la verdad no importa.

En el día a día, las logias y los masones apoyan todo tipo de leyes injustas e inmorales como el aborto, la eutanasia o la redefinición del matrimonio, como se vio, por ejemplo, en las manifestaciones proaborto ya de 2014 en España.

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