Chespirito y sus recuerdos

Lunes 24 de febrero de 2025

Decía Roberto Gómez Bolaños cuando lo entrevistaron:

«Mi infancia fue Preciosísima. Mi primer problema fue cuando murió mi papá, cuando yo era niño, a los 6 años, pero conté con el apoyo de una extraordinaria madre que la hizo de mamá y papá.

Trabajó muy duro y nos mandó al colegio que yo bendigo, al México, que nos cobraba una colegiatura por los tres.

Tuve la oportunidad de llegar hasta la facultad. No seguí porque no quise, no por falta de dinero.

Además, mi mamá nos educó con mucha libertad; en mi casa los niños opinábamos, jamás nos dijo «Tú cállate, que eres un niño»

La vez que mi mamá me pegó por una travesura, si lloré mucho pero no por el golpe sino por el acto. Pero sólo una vez.

«Me encantaban las matemáticas. En una época viví con un tío que era ingeniero y pensé que eso era fascinante, porque él tenía un torno y hacía juguetes; creí que la ingeniería era eso».

Pero era un mundo muy reducido para las ambiciones de Roberto Gómez. Por ello, un cambio lo llevó a vivir como escritor.

En el periódico leyó que solicitaban un aprendiz de productor de Radio y televisión y un aprendiz de escritor.

«Llegué con la idea de ser aprendiz de productor, pero la cola era muy larga como de 200 personas. En cambio la de aprendiz de escritor era como de 15, así que me formé allí. Qué bueno, porque eso es lo que me ha gustado y aquí encontre mi camino».