Opinión

Trump doblará a Sheinbaum

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Viernes 31 de enero de 2025

Donald Trump ya aprendió la lección. Sabe que está obligado a cumplir lo prometido a su electorado. Indudablemente lo hará.

El presidente norteamericano manifestó que pondría aranceles a los productos mexicanos de exportación. Ofreció hacerlo a partir del primer día de febrero. Veremos que productos son los gravados y que impacto tiene la medida para la economía estadounidense.

Pero es un hecho que la medida golpeará a México. Habrá que ver que tan duro. Es un hecho que la medida es una táctica de negociación, tendiente a conseguir ciertos objetivos. Todos los mexicanos lo vemos con claridad meridiana.

Todos, salvo Claudia Sheinbaum, su titiritero Andrés Manuel López Obrador y su corte de lacayos, que siguen al pie de la letra las indicaciones que les dan al respecto, sus asesores etarras y del Foro de Sao Paulo, que sugieren una posición beligerante frente a los norteamericanos.

Posición beligerante que en nada nos ayuda, toda vez que Donald Trump no está nada a gusto con un gobierno socialista al sur del Río Bravo y mucho menos, si a dicho gobierno, se le ocurre adoptar una postura desafiante respecto a los intereses estadounidenses.

Es obvio que Trump buscará ventajas económicas en su trato con México, no hay que tomarlo a mal. Trump está en su papel como presidente de los Estados Unidos; se debe a los intereses de su ciudadanía, no a los de México. Es de aplaudir y reconocerse que busque obtener ventajas. Sería una inocentada pretender lo contrario..

Trump busca quedar bien con sus electores y debería ser felicitado por ello. Lógicamente pretende beneficios en la relación comercial y en otros ámbitos, como son la migración y la seguridad

Pero no dudamos que Trump busque abrir y doblar a la presidenta mexicana también en el tema de la pluralidad, la democracia, el respeto a la Ley y a la voluntad popular.

Muy probablemente Trump busque apoyar y alentar la formación de una verdadera oposición en nuestro país, habida cuenta que la que al día de hoy existe, es corrupta e ineficiente y no sirve para nada.

Por tanto, es de suponerse que Trump apadrine y auspicie bajo el agua, la formación y el crecimiento de un partido que comparta su misma filosofía conservadora. Por tanto, esta posibilidad beneficia directamente las aspiraciones de personajes como Eduardo Verástegui o algunos otros, para los que el mandatario norteamericano exigiría eventualmente piso parejo en los procesos electorales.

De no existir una personalidad como la del presidente estadounidense en el escenario, es obvio que la actitud de la presidenta mexicana sería de aplastar absolutamente la posibilidad de que surja en nuestro país un movimiento de derecha fuerte, pero con el padrinazgo trumpista la perspectiva es distinta.

A pesar de la beligerancia de su discurso, sabemos que Claudia Sheinbaum no es rival para Donald Trump. Más tardará en alardear y en decir alguna bravuconada, que el presidente estadounidense en doblegarla, ponerla contra la pared y darle duro. Indudablemente la fuerza se impondrá. Trump sabe que el poder es para usarse sin vacilaciones y que no da concesiones.

Seguramente muchos pensarán qué es lamentable que haya quienes anhelen que se materialicen estos supuestos, pero no hay de otra. Si en este país hubiera verdadera oposición otro sería el panorama

Pero no habiendo, la única posibilidad que tiene México de recuperar la democracia y la razón, es a partir de la actividad y la presión de gobiernos extranjeros.

Lo hemos dicho antes: la medicina que México requiere para curarse del virus de la izquierda, deberá ser amarga y dolorosa para ser efectiva, pero los resultados están garantizados, si se administra correctamente.

Así que habría que exigirle a los partidos de oposición que se fajen los pantalones y se dejen de hipocresías y de pretender cerrar filas con quien los oprime y entiendan la importancia de cumplir con su papel de contrapeso, como Dios manda.

Reiteramos lo planteado con antelación: Donald Trump es la esperanza de México. Como dice la divisa del gobierno estadounidense: en Dios confiamos (In God we trust).

Seguimos pendientes.

Dios, Patria y Libertad

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