Todo bien comienza en la familia
Domingo 12 de enero de 2025
Los hombres y las mujeres no estamos en una lucha amarga e interminable para ver quien domina a quien, no estamos en una constante competencia para ver quien es el mejor de los dos, no existe una «clase opresora» y una «clase oprimida», como si se tratase de un juego de suma cero, donde alguien tiene que perder para que el otro gane.
Hombre y Mujer, son el perfecto complemento, cada uno único e indispensable para el otro.
Cuando uno gana, también gana el otro; cuando uno sufre, sufrimos todos. Y ambos, hombres y mujeres, tenemos deberes el uno para con el otro, para que el bien alcance a todos.
Maridos: amad a vuestras mujeres.
Esposas: respetad a vuestros maridos.
Padres: no abandoneis a vuestras familias.
Madres: edificad vuestras casas.
Trabajemos juntos para el bien de todos, con el mismo deseo de enriquecer la familia natural (padre, madre e hijos, esa perenne institución que los ideólogos tanto intentan desfigurar y destruir) y juntos, una familia a la vez, enriquezcamos nuestras comunidades y naciones.
La transformación para bien del mundo no comienza en el aula escolar (muchas veces llena de ideólogos e ideologías), o en un parlamento lleno de políticos o incluso en la Iglesia con los sacerdotes. Comienza y se perfecciona en casa, en la familia.
Seamos, por lo tanto, diligentes con nuestro santo deber el uno con el otro.
Dios, Patria y Libertad