Opinión

De Trump y algunas curiosidades

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Jueves 21 de noviembre de 2024

Por Marcela Tamayo

Ante el arrasador triunfo de Donald Trump, cobran fuerza algunas curiosidades, predicciones, y reflexiones, en torno a la persona del ahora presidente electo de los EEUU.

Se ha dicho mucho que es como Ciro el Grande, iraní, fundador del primer Imperio Persa que extendió su domino en Irán y parte de Mesopotamia, libertador del cautiverio babilónico del pueblo judío, reconocido por su logros en derechos humanos, política y estrategia militar, así como su influencia en Oriente y Occidente, el “ungido” de Yavhé como dice Isaías 45, 1-5:

“Esto dice Yavhé a su ungido Ciro,

A quien he tomado de la diestra para tomar ante él las naciones

Y desceñir las cinturas de los reyes

Para abrir ante él los batientes

y que no se resistan los portones”

Dios se valió de él como instrumento liberador, no siendo judío: “yo te he ceñido como guerrero, aunque tú no me conozcas”. Isaías 45, 5.

Se ha dicho también que Trump es como Constantino I, emperador romano con quien termina la persecución de los cristianos, que se bautizó hasta el final de su vida, habiendo antes facilitado la expansión del cristianismo.

Dios se valió de él como instrumento no siendo católico, para instalar la iglesia católica dentro del Imperio Romano.

Por otro lado, hay una profecía de un estadounidense que se fue a vivir como ermitaño en la ciudad de Loreto, Italia, Tom Zimmer, y que en los años ochenta dijo: “hay un hombre ahora mismo, que creo que en el futuro va a llevar a Estados Unidos de regreso a Dios, tiene la mano de Dios sobre él, Dios va a usarlo; he comprado un ladrillo conmemorativo con su nombre y se beneficiará de todas las misas y oraciones en el Vaticano”

Juan Pablo II había abierto las puertas santas del Vaticano de la Basílica de San Pedro para el Año Santo.

Y cuando las puertas están listas para cerrarse, al cumplirse el año del jubileo, el Vaticano permite a las personas donar ladrillos que van dentro de la puerta y se puede poner una inscripción en los mismos por cualquier intención que se desee.

Esas puertas se cierran y no se abren hasta que el Papa decide abrirlas nuevamente para otro Año Santo.

Tom Zimmer donó en 1983 un ladrillo para ser puesto en la puerta santa del Vaticano que decía “Donald J. Trump”.

Y lo hizo porque quería que las misas en el Vaticano se dijeran por él, porque sabía que en el futuro este hombre sería un gran líder de América y llevaría a los estadounidenses de regreso a Dios.

Y como resultado, en San Pedro se rezó diariamente por esa intención todos los días hasta el siguiente Año Santo que fue en el 2000.

Y por último, observaciones astronómicas —no astrológicas—pasó un eclipse solar el 8 de abril de 2024 que cubrió algunas partes de México para luego desplazarse por varias ciudades de Estados Unidos y Canadá.

7 años antes, en 2017, también pasó sobre ciudades de ese país otro eclipse solar que cubrió las ciudades llamadas SALEM que en hebreo quiere decir Paz y que coincidió durante la administración de Trump como presidente, período en el que no hubo ninguna guerra, período en el que pacificó algunas regiones del mundo en tensión.

Transcurridos esos 7 años, que en la biblia el número siete significa plenitud, pudimos ver que la trayectoria del segundo eclipse cruza con la trayectoria del anterior en las latitudes 77” 7’ y pasa sobre todas las ciudades norteamericanas llamadas NINIVE que en hebreo significa arrepentimiento, incluida otra ciudad de igual nombre en Canadá.

Arrepentimiento que nos remite al capítulo bíblico 3 del libro de Jonás en el cual llama al pueblo hebreo para que se arrepienta y convierta antes de que Dios destruya la ciudad de Nínive como castigo por sus malas acciones pero el pueblo arrepentido hizo oración y ayuno y evitó dicha destrucción.

También se encuentra citado en Mateo 12, 39 “no se les dará otro signo que el del profeta Jonás”.

Curiosidades, coincidencias, como se quiera ver, esperamos del presidente electo aciertos y errores como todo mortal, pero que sepa llevar con buen sentido y mesura el desempeño de su nueva administración, para los creyentes, que sea un buen instrumento de Dios.

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