Principal calumniador de la Iglesia es miembro destacado del Sínodo
Marco Damilano, de 56 años, es un activista de los medios de comunicación italianos y antiguo director de la revista antieclesiástica L’Espresso, que refleja la propaganda del régimen oligárquico.
Ahora Damilano es el ponente general de la asamblea diocesana de Roma, que se celebró el viernes 25 de octubre en la basílica de San Juan de Letrán en presencia de Francisco.
De hecho, Damilano fue el orador principal. Explicó a Francisco cómo volver a introducir el «mensaje de las Bienaventuranzas» en el debate público y habló de la crisis de los movimientos y asociaciones eclesiales, de la «instrumentalización de la fe y del mundo católico» y de decenas de temas más, pasando de uno a otro con frases hechas a menudo copiadas de Francisco.
Para Korazym.org (26 de octubre), es digno de mención que Francisco escuchara y aplaudiera a Damilano, el hombre que publicó 12 piezas de propaganda contra el cardenal Becciu en L’Espresso y que se jacta de haberlo derribado.
El 24 de septiembre de 2020, Becciu fue obligado por Francisco a dimitir y a renunciar a los derechos vinculados al cardenalato, sobre la base de una condena preventiva iniciada por L’Espresso.
En Osservazioni casuali núm. 40 (19 octubre – 26 octubre 2024), el experto en el Vaticano, Luis Badilla, escribe lo siguiente sobre el caso:
«El antiguo director del semanario L’Espresso, Marco Damilano, es ahora también consejero de Francisco en cuestiones socioeconómicas y políticas. Ya estamos aquí. Era previsible y esperado. ¿Un intercambio de favores?».
Ni que decir tiene que, durante su etapa como propagandista en L’Espresso, Damilano dirigió numerosas investigaciones anticlericales infundadas sobre la Iglesia italiana y el Vaticano.
Las campañas habituales de Damilano incluían la publicación de documentos atribuidos a la Santa Sede, aunque nunca quedó claro, y sigue sin estarlo, si eran falsos o auténticos: «Parecía que a alguien le gustaba esta forma opaca y ambigua o la utilizaba sin escrúpulos», comenta Badilla.
Según Korazym.org, los artículos contra Becciu formaban parte de una operación mediática dirigida por el Vaticano y los centros de poder italianos.
Francisco seguía «con el mayor interés» lo que publicaba L’Espresso: «Francisco siempre tenía un ejemplar de la revista sobre su mesa antes de que saliera a la venta», afirma Korazym.org.
Ahora Damilano ha asumido un papel de asesor en la diócesis de Francisco: «¿Quizás una entrevista con Francisco o un nuevo libro estén en camino?».