¿El PAN se desmorona
Lunes 28 de octubre de 2024
No hubo sorpresas. Esos que se la daban de pitonisos no hacían más que vender espejitos, porque todos sabíamos con antelación lo que iba a pasar en la elección del blanquiazul, en la que el ganador ya había sido palomeado.
Todos ya sabíamos que iba a ganar Álvaro Cetina, como ya sabemos que será Jorge Romero el que ganará el próximo 10 de noviembre la dirigencia nacional.
Se acabó el panismo donde todo era una incógnita, se acabó el panismo donde todo podía pasar, porque la gente decidía. Hoy día el panismo se ha aprendido muy bien las lecciones recibidas de su asesor en jefe, Alejandro Moreno y se ha vuelto un partido sumamente predecible y determinado.
Hoy el PAN es un partido en que se impone la línea, en que predomina la voluntad de una persona y en el que los valores y principios han quedado relegados al discurso.
Lo sentimos, no podemos aplaudir lo sucedido, aunque sé molesten nuestros amigos panistas.
No podemos aplaudir un partido donde las cosas se hacen a la brava, sin consensos, donde se ignora la voz de la militancia, donde se desprecian los valores, donde se escupen las tradiciones. Perdón pero no se puede.
Quisiéramos felicitar al ganador, hablar de una fiesta democrática, pero no es posible. Ya todos conocíamos quien iba a ser el ganador. Era solo cuestión de hacerlo público.
No le deseamos mal a Aĺvaro Cetina, todo lo contrario, hacemos votos porque le vaya bien. Pero sabemos que el costo que esta elección implica para el panismo será sumamente alto y que indefectiblemente lo habrá de pagar.
Solo es cosa de saber cuando: los rumores (y nombres) de defecciones, bajas y renuncias se van acumulando día con día, sin que a la fecha, veamos que se haga algo por poner punto final a esta cuestión.
Es un secreto a voces que vendrán severos desprendimientos, a nivel nacional y local y eso implicará tremendas conmociones para el panismo, que pueden llevarlo a conflictos de proporciones épicas, análogos a los acaecidos en el PRI y a conclusiones similares.
Quisiéramos dejar buenos deseos, ser políticamente correctos, mandar besos y abrazos, pero tememos que eso no es posible. Urge al PAN poner en marcha una verdadera campaña de reconciliación, una auténtica operación cicatriz, si quieren cerrar filas y hacer control de daños.
El problema es que no vemos quien sea el guapo que se tome la tarea de ponerle el cascabel al gato y emprenda una tarea que se antoja como digna de romanos.
Hacemos votos porque los panistas encuentren la brújula y ajusten de nuevo el rumbo, para que recuerden los valores olvidados y recuperen el espíritu de lucha y el orgullo, porque de lo contrario, los van a barrer, porque el pueblo mexicano les dará la espalda.
¿Será que todavía no se dan cuenta o necesitan comprobarlo contra los resultados de la próxima elección? Tiempo al tiempo y nosotros no le jugamos a las predicciones, lo vemos con datos tomados de tierra, que es lo que le falta a un partido que ha olvidado lo que significa gastar suela, sudar la camiseta y dedicar saliva, poniendo el corazón por delante.
Es la última llamada que les hace México, allá ustedes si la ignoran.
Seguimos pendientes…
Dios, Patria y Libertad