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Neurólogo: el síndrome de hiperactividad no existe

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Jueves 17 de octubre de 2024

Un destacado neurólogo denuncia: “El TDAH no existe, fue inventado para enganchar a los niños a los fármacos”

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) no existe y fue inventado por las grandes farmacéuticas en conspiración con las agencias reguladoras del gobierno para enganchar a los niños jóvenes y vulnerables a lucrativos fármacos psiquiátricos, según el destacado biólogo conductual estadounidense Dr. Richard Saul.

“Después de 50 años de ejercer la medicina y de ver a miles de pacientes que mostraban síntomas de TDAH, he llegado a la conclusión de que no existe tal cosa como el TDAH”, explica el Dr. Saul.

“Esta supuesta enfermedad aparentemente se ha extendido como un reguero de pólvora por todo el mundo en los últimos años, con un enorme aumento de su diagnóstico y medicación”, continuó el Dr. Saul. “Más del 4 por ciento de los adultos y el 11 por ciento de los niños en los EE. UU. han sido diagnosticados con TDAH”.

Todos tenemos momentos de confusión en los que nos cuesta organizarnos, nos distraemos o tenemos un ataque de ira, todos ellos signos del TDAH. Muchos suponen que la medicación es la respuesta, lo que explica el aumento de niños que reciben tratamiento.

Sin embargo, Express Scripts publicó un nuevo informe que reveló una estadística alarmante: entre 2008 y 2012, el número de estadounidenses que utilizan medicación para tratar el TDAH aumentó un 36 por ciento.

¿Son los signos del TDAH en realidad signos de otros problemas?

“En mi opinión, ni una sola persona padece el trastorno denominado TDAH tal como lo definimos hoy”, afirma el Dr. Richard Saul, MD, neurólogo conductual y autor de “El TDAH no existe”.

Los signos del TDAH están relacionados con más de 20 diagnósticos médicos (como mala visión, falta de sueño y trastorno bipolar) y, cuando se tratan, los síntomas de déficit de atención e hiperactividad desaparecen.

“Definimos esta ‘enfermedad’ por sus síntomas, más que por su causa”, explica. “La congestión nasal puede ser un síntoma de un resfriado, una alergia o muchas otras afecciones, pero la nariz que gotea no es un diagnóstico”. Su libro está causando un gran revuelo en la comunidad médica, así como entre las personas que tienen TDAH.

Independientemente de si está de acuerdo con él o no, la tormenta que está creando el libro es más que positiva: ahora acudiremos a nuestros médicos con una mayor conciencia para asegurarnos de que estamos recibiendo tratamiento para el problema real, y no para los síntomas del problema.

En lo único en lo que estoy seguro de que todos podemos estar de acuerdo se expresó mejor en el estudio de Express Scripts:

“Las tendencias aquí indican la necesidad de observar más de cerca cómo y por qué los médicos prescriben estos medicamentos para adultos y la necesidad de que los prescriptores evalúen por completo todo el panorama psicosocial de un paciente individual antes de recurrir al talonario de recetas”.
Nunca antes habíamos estado tan distraídos como ahora: la tecnología que utilizamos a diario nos hace sentir que nos estamos perdiendo algo si no prestamos atención a un millón de cosas a la vez, y las mujeres ya somos adictas a la multitarea. Suspiro. Lamentablemente, el aumento del uso de medicamentos para el TDAH no me sorprendió en absoluto.

Es hora de que abramos el diálogo y cambiemos nuestra forma de pensar (desconcentrada) hacia la posibilidad de que algún día se lo pueda llamar «el trastorno antes conocido como TDAH».

The People’s Voice

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