Bajo la estrella del Anticristo: Francisco, el Sínodo mundial y el cumplimiento de La Salette
Viernes 4 de octubre de 2024
Por el padre Joachim Heimerl von Heimthal
«Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del Anticristo». Cuando leí por primera vez esta profecía de Nuestra Señora de La Salette, hace ya muchos años, tuve dudas; me pareció demasiado inverosímil lo que estaba escrito allí.
Al principio tuve en la cabeza imágenes grotescas: San Pedro y Satanás sentados en el trono de los Papas, un ser siniestro, mitad hombre y mitad animal, quizás como los dioses de los antiguos egipcios, pero quizás también un “Papa” con pata de caballo, algo así.
Pero el diablo nunca es tan fácil de reconocer, y es poco probable que la profecía de la Virgen se cumpla tan teatralmente como yo había imaginado.
El diablo jamás muestra su verdadero rostro, y el Anticristo tampoco lo hace. Puesto que quiere conquistar a las personas, no quiere asustarlas, sino tentarlas en la mejor forma posible.
¿Y cuán diabólicamente tentadora debe ser una “Iglesia” que proclama sólo lo que le gusta a la gente, una “Iglesia” que se orienta hacia el mundo pero no hacia la revelación del Dios trinitario?
Satanás levantará su estrella seductora sobre esta “Iglesia” y muchos la seguirán como si fuera la estrella de Belén.
Es obvio que tal “Iglesia” no es la Iglesia de Cristo, pero el Papa y el “Sínodo Mundial” están preparando esta “Iglesia” durante este mes de octubre.
Para que esto funcione, Francisco ha organizado estratégicamente el “sínodo”: La mayoría de los participantes rechazan la Iglesia anterior.
En su lugar, quieren una “Iglesia moderna” y una “Iglesia humana”, una “Iglesia” que ya no ofenda con las verdades eternas.
En resumen: quieren la seductora “Iglesia” del Anticristo.
Esta “Iglesia” ya brilló en vísperas del “sínodo”, mientras el Papa celebraba una “vigilia penitencial” hábilmente escenificada en San Pedro.
No hubo allí ni rastro de verdadero “arrepentimiento”. En lugar de ello, se burlaron del Todopoderoso pidiendo “perdón” con toda seriedad por las enseñanzas de la Iglesia, es decir, por la verdad de la fe que ÉL mismo reveló a Su Iglesia.
Quien hace esto no se está “arrepintiendo”, sino que ofrece una declaración política, que proviene del “padre de la mentira” (Jn 8, 44), con la finalidad de desacreditar para siempre a la “vieja” Iglesia.
En realidad, la “vigilia penitencial” marcó el alejamiento histórico de la Iglesia del Dios verdadero y confirmó el cumplimiento de La Salette.
Cuando la Virgen profetizó que Roma perdería la fe, sin duda tenía en mente a un Papa en particular, al que podrían seguir otros, pero al final ciertamente el Anticristo.
¿Pero a qué Papa podría haberse referido la Santísima Virgen si no es a Francisco?
Después de todo, él es el primer Papa que niega a Cristo y cuestiona el primer mandamiento, y es también el que “bendijo” los pecados más flagrantes y permitió que en el Vaticano se adoraran ídolos.
¿Entonces, a qué otro Papa podría uno referirse? Es tan obvio que se puede tocar con la mano: Francisco y su “sínodo” están bajo la estrella del Anticristo y están abriendo las puertas al enemigo de Dios. Nunca serán capaces de mantenerlo fuera.
Ciertamente, Francisco podría poner fin a la confusión y división en la Iglesia tal y como él la ha causado y realizado.
Podría retractarse de sus herejías y hacer verdadera penitencia. Pero nada de esto sucederá.
En lugar de ello, no descansará hasta que no haya dado un rostro “sinodal” a la Iglesia: un rostro que sólo es obra del hombre y desfigura el Santo Rostro de Cristo.
Pero San Pedro ya lo había intentado y recibió un claro rechazo de Cristo: “Apártate de mí, diablo y Satanás, porque no quieres lo que Dios quiere, sino lo que quieren los hombres” (Mt 16, 23).
Estas palabras, que Cristo dirigió a Pedro, son también SU veredicto sobre Francisco, sobre el Sínodo Mundial y sobre la nueva “Iglesia” en su conjunto.
Por cierto: según informan los medios de comunicación españoles y estadounidenses, le preguntaron recientemente a “ChatGPT” qué aspecto debería tener un pontificado que se encuentre “en manos de Satanás”.
La exhaustiva y sorprendentemente diferenciada respuesta de la “inteligencia artificial” fue que debería verse como el de Francisco, sin dar nombres.
Sólo Dios sabe si viviremos para ver el reinado final del Anticristo. Sin embargo, ya no tengo ninguna duda de que la profecía de La Salette se cumplirá, incluso sin “ChatGPT”.