El respeto a los valores
Viernes 23 de agosto de 2024
Cuando el Titanic se hundió, llevaba al millonario John Jacob Astor IV. El dinero de su cuenta bancaria fue suficiente para construir 30 Titanics.
Sin embargo, ante un peligro mortal, eligió lo que consideraba moralmente correcto y renunció a su lugar en un bote salvavidas para salvar a dos niños asustados.
El millonario Isidor Straus, copropietario de la mayor cadena estadounidense de grandes almacenes, «Macy’s», que también estaba en el Titanic, dijo:
«Nunca subiré a un bote salvavidas antes que los demás hombres».
Su esposa, Ida Straus, también se negó a abordar el bote salvavidas, cediendo su lugar a su recién nombrada criada, Ellen Bird. Decidió pasar sus últimos momentos de vida con su marido.
Estos individuos ricos prefirieron desprenderse de su riqueza, e incluso de sus vidas, antes que comprometer sus principios morales.
Su elección a favor de los valores morales destacó la brillantez de la civilización humana y la naturaleza humana.
Gente como ellos demuestra que el respeto a la moral y los valores, no es algo exclusivo de ninguna clase social en particular.