Deportes

Carlos Iturralde Rivero, un yucateco histórico

Spread the love

Miércoles 14 de agosto de 2024

Por José Luis Solís Villanueva

¿Porqué es importante preservar en la memoria de la Gran Familia Futbolística de México a Don Carlos Iturralde Rivero?

Porque es importante que un pueblo conserve en su memoria a través del tiempo, una explicación de las razones de la existencia de ciertos sucesos actuales que ocurren.

Existen individuos extraordinarios que viven en el presente y otros que vivieron en nuestro pasado que se convirtieron en historia, en leyenda o en héroes.

Tres razones para recordar la historia…

1.- La necesidad de mantener la cultura deportiva:
A don Carlos Iturralde Rivero lo mantenemos vivo en nuestras mentes, a través de literatura y memoria fotográfica, que nos permiten formular una idea crítica de cómo ocurrieron ciertos eventos que marcaron una época, que fueron un hito o que simplemente desencadenaron hechos que afectaron positivamente a muchos de nosotros en lo deportivo, social, económico, político y cultural.

¡La gratitud no tiene precio!

2.- Cultivar el presente: Es de suma importancia preservar aquellos momentos, fechas, lugares y sucesos que generaron un impacto en la vida de don Carlos. Con ello se pueda forjar un presente fructífero donde se cuente con un referente positivo y motivador, un ejemplo a seguir, un camino ya recorrido y un blasón con el cual sentirnos orgullosos e identificados.

¡El ejemplo arrastra!

3.- Comportamiento, actitudes y valores:
A través de la difusión de la vida de don Carlos se promueven los movimientos deportivos, sociales y culturales que fortalecen el conocimiento hacia la historia para modelar el comportamiento de las personas en el presente y en el futuro.

Se trata que las actitudes y valores que don Carlos sembró en todos y cada uno de los que tuvimos la fortuna de ser sus jugadores, compañeros y amigos, no cambien a través del tiempo y que se mantengan a través del esfuerzo cotidiano por preservar y proteger su legado.

!La semilla sigue germinando!

Estas son las tres razones por la cuales se mantiene viva la historia del extraordinario ser humano, del inigualable padre de familia, del mejor líder deportivo de la historia de nuestro fútbol, del incansable promotor, cronista y hacedor de equipos.

La nobleza, la grandeza, las virtudes, los valores y la humildad de don Carlos son resguardadas y protegidas por sus hijos, por sus jugadores, por sus compañeros de pantalón largo y por los que nos dedicamos a la prensa deportiva.

Es menester mencionar el caso de uno de los hijos de Don Carlos: Luis Alberto Iturralde Loría (LuItLo) quien forma parte del equipo Mayas Retro, conviviendo y manteniendo la amistad de jugadores que de una u otra forma fuimos tocados con el cariño, la amistad y los conocimientos de su señor padre.

Biografía de don Carlos Iturralde Rivero

Don Carlos Iturralde Rivero nació en Mérida, Yucatán, un lunes 7 de junio de 1926 y falleció un domingo 1 de agosto de 2004.

Fue un futbolista mexicano que jugó en la posición de interior izquierdo. Hijo menor de José María Iturralde Traconis, Gobernador del Estado de Yucatán y de Josefina Rivero Díaz.

Su debut futbolístico fue en el año 1942, a la edad de 15 años.

Su debut profesional fue en la temporada 1945-1946 a la edad de 18 años con el Club de Fútbol Asturias. Jugó con este equipo hasta la temporada 1949-1950.

Luego jugó con el Club Deportivo Guadalajara en la temporada 1950-1951, con el Club Necaxa en la temporada 1951-1952, con el Club América en la temporada 1952-1953, regresó al Club Necaxa en la temporada 1953-1954 y 1954-1955, llega al equipo Atlante en la temporada 1955-1956 jugando tres temporadas para finalizar su carrera deportiva profesional en el año 1958.

A la edad de nueve días de nacido perdió a su padre, suceso por el cual la familia emigró a Francia, en donde residió por cerca de siete años.

En 1934 regresó con su familia a la Ciudad de México donde continuó sus estudios, formando parte de la selección de fútbol del Colegio Grosso.

Posteriormente cambió su residencia a su ciudad natal, Mérida. Estudió en el Colegio Montejo y participó en los equipos de fútbol de dicha institución.

En 1940, de vuelta a la Ciudad de México, cursó sus estudios en el Colegio Franco Español. En 1942 a los 15 años de edad, ingresó al Club de Fútbol Asturias, jugando como centro delantero en la categoría juvenil, pasando en término de seis meses a la Segunda Intermedia en la que estuvo otros seis meses.

En 1945, debido a la lesión de uno de los jugadores estrellas del equipo mayor, el director técnico William Reaside lo hizo debutar en la Primera División como interior izquierdo, posición en la que jugaría durante toda su carrera profesional.

Uno de los momentos más desagradables de su carrera ocurrió durante un juego nocturno frente al San Sebastián de León, cuando don Carlos quedó lesionado después de un lance infortunado, lesión que lo mantuvo tres meses fuera de toda competencia.

Tiempo después fue seleccionado del Combinado España-Asturias, en las series internacionales contra los equipos Bratislavia, Vasco da Gama e Independiente.

En el año 1950, al desaparecer el equipo Asturias, ingresó a las filas de Club Deportivo Guadalajara, donde jugó una temporada (1950-51).

Al terminar dicho periodo fue contratado por el Necaxa, equipo donde jugaría varios años, exceptuando uno en el que participa con el Club América.

En 1955, el equipo Atlante compró su carta y es en este equipo donde culminó su excelente carrera como jugador profesional en el año de 1958.

Para el Mundial de Brasil 1950, estando seleccionado, una severa lesión que requirió intervención quirúrgica, le impidió participar.

Por similar causa no asistió a los siguientes dos mundiales, estando en la lista de preseleccionados.

En 1963, comenzó una larga y fructífera carrera como director técnico. En un principio dirigió varios equipos amateurs, algunos de estos equipos fueron en Mérida: Centro Universitario Montejo, Escuela Modelo, Universidad Autónoma de Yucatán, Selección del Estado de Yucatán, Instituto Cumbres y Universidad del Mayab.

En México: Club Deportivo Reforma, Parma y Santos, entre muchos otros más.

A nivel profesional dirigió a los Pumas de la UNAM, Club de Fútbol Atlante, Atlético Morelia, Querétaro FC y Club Deportivo Cuautla.

Durante la temporada 1975-76 dirigió a los Potros de Hierro del Atlante, un equipo que tuvo una pésima campaña terminando disputando el no descenso contra los Cachorros del Atlético Potosino en dos partidos: El primero realizado en el Estadio Plan de San Luis en San Luis Potosí con derrota atlantista y el segundo encuentro realizado en el Estadio Azteca, donde el Atlante empató con el equipo potosino y se fue a la Segunda División. Este fue el primer descenso del Atlante, un histórico del futbol mexicano.

Siendo precursor del fútbol profesional en Yucatán, a partir de 1981 dirigió a los Leones del IMSS, a los Aguiluchos de Mérida y posteriormente a los Mayas de Yucatán de la Tercera división mexicana.

En la segunda división dirigió a los Aguiluchos de Mérida y a los Venados de Yucatán.

También fungió como secretario técnico del Atlante y del Club Universidad Nacional, fue fundador de la liga del Sureste de fútbol, director de la escuela para entrenadores profesionales de FMF Zona Sureste, fundador y director de cuatro escuelas de fútbol infantil: Colegio Iturralde, Cruz Azul Tlalpan, Leones del IMSS y Mayas Mérida.

Por un tiempo fue periodista, comentarista y reportero deportivo, conductor de programas deportivos de televisión y columnista con sus crónicas «Futbol-Temas» y «Entre patadas».

Fue autor de tres libros: «Amistad entre patadas», «Fútbol en Yucatán» y «Manual práctico para entrenar niños».

Deja una respuesta