México

Denuncian contaminación en aguas de Paraíso, Tabasco: culpan a refinería Olmeca

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Domingo 4 de agosto de 2024

Pobladores aseguran que en las aguas de Puerto Ceiba aparecen manchas aceitosas de color rosa, así como un fuerte olor a hidrocarburo

Pescadores y habitantes del municipio de Paraíso, Tabasco, denunciaron que las aguas del río Seco están contaminadas y aseguraron que este problema está relacionado con la construcción y operación de la refinería “Olmeca”, una de las megaconstrucciones emblemáticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.

De acuerdo con los pobladores, en las aguas de Puerto Ceiba, ubicado frente a la petroquímica, aparecen manchas aceitosas de color rosa, así como un fuerte olor a hidrocarburo procedente de las coladeras de la comunidad.

Indira Pérez, quien es propietaria de una empacadora de ostiones, indicó que ha habido un impacto notable en la fauna local, incluyendo la muerte de manatíes y pescados en las cercanías del río Seco y Mecoacán. 

Además, dijo que la calidad del agua ha disminuido significativamente, mostrando un color marrón que remarca la presencia de sedimentos o contaminantes.

Por su parte, pescadores denunciaron que hace unos días aparecieron cientos de peces muertos en las aguas del Río Seco y apuntan que la responsabilidad de ese fenómeno es culpa de la actividad petrolera.

Asimismo, trabajadores del mar de la zona costera aseguraron que está muriendo ostión en bancos de cultivo.

Aseguran que en esa área el agua está sucia y tiene un fuerte olor a “lodo de perforación”. 

Saúl Santos de la Cruz, un trabajador, afirmó que el lugar de la mortandad queda cerca de la refinería y negó que se trate de la “marea roja”, como justifican las autoridades.

La situación plantea serias preocupaciones sobre el manejo de los residuos generados durante la construcción de la refinería de Dos Bocas y la falta de información proporcionada por Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre el tratamiento y disposición de estos desechos. 

Este tipo de incidentes genera inquietud no solo por el impacto ambiental, sino también por las repercusiones económicas que pueden tener en las comunidades que dependen de la pesca y la recolección de productos marinos.

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