Cuidado con el falso evangelio
Lunes 24 de junio de 2024
– Jesús no le lavó los pies a prostitutas.
– Jesús no le lavó los pies a asesinos.
– Jesús no le lavó los pies a homosexuales.
– Jesús no le lavó los pies a pecadores no arrepentidos.
Jesús le lavó los pies a sus Apóstoles, es decir, sus discípulos. ¿Y qué decir de Judas, el que lo traicionó? Muy simple: la Escritura tenía que cumplirse, era por mano de un amigo que el Mesías tenía que ser entregado (Salmos 41:9). ¿Pero que dijo Jesús de él? «¡Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido!» (Mateo 26:24). Por tomar a Cristo como víctima, terminó ahorcado y con su alma en tormento eterno.
Este anuncio, valorado en millones, que fue televisado en el evento deportivo más televisado de Estados Unidos (también conocido como «el Super Tazón»), no es más que un recordatorio de que el espíritu del anticristo está muy presente y es casi omnipresente y cada día impresiona más a través de la magia del cine y la propaganda, la imagen del falso anticristo en la frente de muchos.
¿Quién es el anticristo?
– Un Cristo que ama a todos, pero no salva a nadie.
– Un Cristo que se sienta en la silla de los escarnecedores, pero odia la comunión de los santos.
– Un Cristo sin cruz, sin resurrección y sin poder para regenerar a los pecadores en santos … lava los pies de los pecadores, pero los deja con sus pecados.
Cuidado con este Cristo, cuidado con su anti-evangelio, cuidado con este falso amor que el mundo locamente está abrazando y cada vez más dentro de nuestras filas de la iglesia universal también están promoviendo.
El verdadero Cristo crucificado llama a todos los hombres y mujeres al arrepentimiento (Lucas 5:32), y a aquellos que no se arrepientan sino que se gozan en su pecado, Jesús no les lavará los pies como un mísero mendigo por afecto, sino que los convertirá en el estrado sobre el que sus pies pisan.
– «Pero Jesucristo ofreció por los pecados un solo sacrificio para siempre, y luego se sentó a la derecha de Dios. Allí está esperando hasta que Dios haga de sus enemigos el estrado de sus pies, porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados» (Hebreos 10:12-14).
Dios, Patria y Libertad