Aborto sin restricciones: la primera prioridad de Biden

Martes 26 de marzo de 2024

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha hecho del aborto sin restricciones su tema número uno a medida que se acercan las elecciones de noviembre, observa William McGurn en el Wall Street Journal el martes.

Como ha dejado claro Biden, “no hay un solo aborto que él restringiría, y se opone a los límites de la Enmienda Hyde sobre el uso del dinero de los impuestos para pagarlos”, señala McGurn. «En términos políticos, no existe una postura más absoluta a favor del derecho a decidir».

Como segundo presidente católico de Estados Unidos, Biden recibió un considerable rechazo de los obispos estadounidenses por su postura pro-aborto al comienzo de su presidencia, pero los líderes de la Iglesia han guardado silencio cuando promete restablecer el aborto a pedido como ley del país.

La semana pasada, Kamala Harris hizo historia al convertirse en la primera vicepresidenta en visitar una clínica de abortos, escribe McGurn, “pasando por una ubicación de Planned Parenthood en Minnesota para promocionar el orgulloso apoyo de la administración Biden” al proveedor de abortos número uno de Estados Unidos.

El Partido Demócrata ha adoptado una posición proaborto cada vez más radical y ahora algunos demócratas “presionan a los líderes del partido para que hablen del aborto como una necesidad positiva y no como una necesidad triste y lamentable”.

Atrás quedaron los días de Mario Cuomo, comenta McGurn, “creador de la esquiva de la ‘oposición personal’ que los demócratas católicos pro-elección utilizaron durante años”, así como los del mantra del aborto “seguro, legal y raro” de Bill Clinton.

“Ahora, un presidente católico de 81 años ha repudiado todos los límites al aborto por los que votó una vez como senador para cumplir las órdenes del lobby abortista”, añade, pero para algunos miembros del partido todavía no es suficiente.

A pesar de su abierto apoyo al aborto, Biden todavía tiene problemas para pronunciar la palabra, prefiriendo eufemismos que parecen suavizar la realidad de quitar la vida a un feto, algo que su Iglesia aborrece como asesinato.

Así, en su reciente discurso sobre el Estado de la Unión, Biden no dijo “porque la ley de Texas prohibía el aborto” como aparecía en el texto preparado, sino “porque la ley de Texas prohibía su capacidad de actuar”, observa McGurn.

No obstante, con el apoyo entusiasta del Partido Demócrata al aborto en todas las circunstancias, los estadounidenses que voten por Biden sabrán exactamente lo que respaldan.