Para UNICEF, no es necesario contar con la autorización de los padres para mutilar quirúrgicamente a los niños
Jueves 21 de marzo de 2024
La Agencia de la ONU para la Infancia no contempla en su política el consentimiento paterno para administrar a los niños bloqueadores de la pubertad y anticonceptivos.
UNICEF se abstiene de pronunciarse sobre si los padres deben o no dar su consentimiento o incluso saber si a sus hijos se les suministran potentes medicamentos hormonales como bloqueadores de la pubertad y anticonceptivos. Lauren Rumble, Directora Asociada del Grupo del Programa de Igualdad de Género de UNICEF, dijo esto en una entrevista concedida al Friday Fax tras un acto organizado conjuntamente por UNICEF y el Reino Unido titulado “Lo que quieren las adolescentes”.
La directora de UNICEF, Catherine Russell, que intervino en el acto, pidió un Rumble que respondiera al Friday Fax.
Justo el día anterior, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido, NHS, había anunciado que prohibía la administración de tratamientos hormonales a menores que experimenten disforia de género porque “no hay pruebas suficientes que respalden la seguridad o la eficacia clínica” de tales fármacos. .
El Friday Fax preguntó a Rumble si la ausencia de una política de notificación a los padres no iba en contra del mandato de UNICEF vinculado a la Convención sobre los Derechos del Niño. El artículo 18 de la Convención asigna a los padres la “responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño” y exige a los Estados que ayuden a los padres en este deber. La Convención también pide específicamente a los Estados que respeten las decisiones de los padres sobre la educación de sus hijos y sus convicciones religiosas y culturales. Resoluciones recientes aprobadas por la Asamblea General y otros organismos de las Naciones Unidas también afirman la importancia de “la dirección de los padres” en las decisiones sobre salud y educación de sus hijos.
Rumble dijo que UNICEF no interpreta de ese modo el tratado vinculante sobre derechos humanos. Afirmó que los padres tienen la responsabilidad de ayudar a los hijos adolescentes a realizar su “derecho a participar en la toma de decisiones de acuerdo con la evolución de sus capacidades”. También dijo que UNICEF ya estaba empezando a poner en marcha programas para educar a los padres sobre los derechos humanos de sus hijos.
Durante el acto, Russell, Directora de UNICEF, sostuvo que las adolescentes necesitan “salud sexual y reproductiva” y “educación sexual integral”. Ambos términos son asociados por las Agencias de la ONU con la “atención de afirmación de género”, incluyendo bloqueadores hormonales, hormonas de sexo cruzado y cirugías de transición de género.
Un artículo publicado en 2023 en el British Medical Journal , financiado por UNICEF, pedía la prestación de “atención de afirmación de género para personas trans y de género diverso” como parte de un enfoque “transformador de género” de la salud sexual y reproductiva.
Una directriz de 2022 de la Agencia de Población de la ONU, UNFPA, sobre la prestación de servicios de salud sexual y reproductiva para adolescentes , recomienda específicamente que “las terapias de afirmación de género deben estar disponibles para las personas que optan por tratamientos hormonales” . El informe anual de la agencia para 2021 , hizo una definición de tales “terapias”, explicando que incluyen tanto “tratamientos hormonales como quirúrgicos”.
Otros oradores en el evento conjunto de Reino Unido y UNICEF del lunes también hicieron hincapié en la importancia de la “salud sexual y reproductiva”.
Lord Tariq Ahmad, de Wimbledon, aplaudió las inversiones hechas por el Reino Unido en “salud sexual y reproductiva”, llegando a afirmar que cada dólar invertido en salud sexual y reproductiva genera un retorno de ocho dólares.
Tina Tchen, de la Fundación Obama, hizo un apasionado alegato a favor de la “libertad reproductiva” de las adolescentes e invitó a todos los presentes a “permanecer vigilantes” ante las recientes amenazas. También arremetió contra las religiones tradicionales, afirmando que “la discriminación de género está, literalmente, escrita en la Biblia”.