El animal más bello del mundo
Jueves 28 de diciembre de 2023
En 1922 nació Ava Gardner (que odiaba que la llamaran «el animal más bello del mundo»).
Nada hacía presuponer que aquella chiquilla nacida en una familia pobre del Sur pudiera llegar a convertirse en una estrella, pero la realidad siempre supera a la ficción.
Un día fue a Nueva York a visitar a su hermana, que se había casado con un fotógrafo que, al verla tan guapa, le hizo unas fotos. Las colgó en el escaparate de su tienda de la Quinta Avenida, pasó por allí uno que decía que era cazatalentos de la Metro Goldwin Mayer (que en realidad solo quería ligar con la chica) y el cuñado decidió mandarlas a una productora.
Poco después firmaba un contrato por siete años.
Años después vino a España a rodar «Pandora y el holandés errante» y se enamoró del país, con el que estableció una intensa relación llena de alcohol y de hombres, de toros y de hombres, de fiesta y de hombres…
Es famosa la anécdota (probablemente apócrifa) en la que después de haberse acostado con Luis Miguel Dominguín este se levantó de la cama y empezó a vestirse. Ava le preguntó que a dónde iba, y él le contestó: «¿Dónde voy a ir? A contarlo».
Pero aún me gusta más lo que contaba el Fary, que siempre decía que fue el único español que estuvo en su cama sin conseguir nada, porque una noche, cuando iba con su taxi «apatrullando la ciudad» la recogió borracha como una cuba y tuvo que subirla hasta la cama.
Por cierto, ¿sabíais que en esta famosísima foto Ava Gardner estaba en la Plaza de la Misericordia de Zaragoza? Pues sí, allí mismo. Cerca debía estar su amigo Hemingway, y está tomada justo en el momento en que le brindaba un toro Julio Aparicio (padre, claro).
Se sentó al menos un par de veces en la plaza de toros, en cuya inauguración había estado el mismísimo Goya cuando era joven (16 años tenía).