La partidocracia, el cáncer de México
Lunes 18 de diciembre de 2023
Es forzoso aceptarlo: el sistema político esta podrido. Los partidos políticos no nos representan a los ciudadanos. Todos son lo mismo, sirven solamente para atender sus intereses particulares.
La verdad es que a la partidocracia le importa muy poco o nada México y los problemas de sus habitantes y cuando sacan a relucir algún asunto en especial, es cuando les reditúa algún tipo de ganancia.
Las tendencias sociopolíticas y cromáticas se han perdido en nuestro país. Todos los partidos miran hacia la izquierda, todos sirven a los intereses globalistas, todos están al servicio de las minorías rapaces.
Ningún partido se preocupa por defender los más altos valores que debieran ser prioridad para la humanidad: la vida, la familia, la dignidad de la persona, la salud pública.
Todos los partidos pretenden manipularnos y hacerse simpáticos a los ojos de la ciudadanía en esta época de elecciones. Ahora todos dicen tener la fórmula mágica para resolver los problemas de la patria. Llegando al poder, todas esas soluciones se volverán pretextos.
Los ciudadanos deben abrir los ojos y reflexionar muy bien a quien darán su voto. No se trata de optar por el mal menor, sino buscar de manera preponderante, el bien mayor. De identificar quien los representará.
Es lamentable que la partidocracia se haya puesto de acuerdo para cerrar las puertas a la posibilidad de participación de candidatos independientes, que puedan aportar novedades a la competencia. Esta situación es claro que no les resulta conveniente.
Una alternativa que bien vale la pena considerarse, es abstenerse de apoyar a quien sintamos que no nos representa y votar por la existencia de contrapesos a los oficialismos existentes.
La democracia participativa basa su éxito en la división de poderes y en la contención que la ciudadanía establece, a través de los organismos autónomos, a la voracidad oficial.
Siendo hoy 18 de diciembre, ningún partido, ningún poder se ha acordado de la ciudadanía, ni de los medios, circunstancia que se antoja excepcional merced a la época, ya que ni siquiera han cumplido con las normas de urbanidad acostumbradas.
Quizá estén haciendo caja para los tiempos que se avecinan. Empero, estamos ciertos que muy pronto todos emprenderán contra el electorado un acoso análogo al que ejercen bancos y compañías telefónicas.
Habrá que ver que tan exitosas resultan sus estrategias. Finalmente la ciudadanía también con su desidia y escasa participación propicia tales actitudes. Los mexicanos tenemos los partidos que merecemos y la partidocracia tiene la ciudadanía que se merece. Somos tal para cual.
Seguimos pendientes…
Dios, Patria y Libertad