Vandalismo feminazi en oficinas de la CODHEY
Con el argumento de que todas las mujeres son afectadas por el incorrecto sistema de impartición de justicia de nuestro país, un grupo de inadaptadas realizó el día de ayer, actos vandálicos en perjuicio de las instalaciones de la comisión estatal de derechos humanos (CODHEY).
Con absoluta cobardía y falta de valor civil, alrededor de 35 sociópatas con los rostros cubiertos, pintarrajearon y lapidaron el frente de las nuevas instalaciones de la dependencia estatal.
Los violentos acontecimientos incluyeron pancartas ofensivas contra el alcalde de Mérida, Renán Barrera Concha y el gobernador del estado, Mauricio Vila Dosal, reclamando que solamente cuidan a los hombres.
El grupo delictivo expresaba durante su trayecto rumbo a las instalaciones que destruyó, que el gobierno estatal solamente cuida a narcotraficantes, ricos y norteamericanos, subrayando que nuestra capital no es blanca, sino feminicida.
Cabe destacar durante el avance de este grupo de enemigas del orden público, se comprobó que todo delincuente busca el anonimato y procede en la clandestinidad, en aras de obtener impunidad, ya que se impidió toda cobertura mediática, con el peregrino argumento de que se ponía en riesgo la identidad de las integrantes del grupo.
De manera demencial, las promoventes del caos, gritaron consignas contra el Tren Maya, resaltando que no había nada que celebrar (en relación a las fiestas patrias), por ser el nuestro, un país machista (seguramente horas después de cometer estos desmanes, en la seguridad de su hogar, muchas de estas delincuentes bebieron o se drogaron gritando viva México).
Fue posible advertir que el grupo, estaba integrado por mujeres muy jóvenes, presumiblemente habrían menores de edad, situación que pone de manifiesto la grave descomposición social que genera la desintegración familiar y las perniciosas influencias ejercidas en nuestro ámbito por gente de fuera, que con ideologías ajenas a nuestra idiosincrasia, ponen en riesgo la paz social y provocan la pérdida de nuestro bien más preciado: la tranquilidad de Yucatán.
Entre las afectaciones causadas a las instalaciones de la Codhey destacan haber pintado las paredes del inmueble, los cristales y diversas leyendas en el suelo de la entrada, además de haberlo hecho lo mismo con varios vehículos.
La dependencia estatal, en un rasgo de cobardía inaudita, en lugar de solicitar la presencia de las fuerzas del orden público para contener la agresión y condenar la violencia ejercida, emitió un timorato comunicado, que solapa y da alas a estos actos incalificables.
La agresión contra las instalaciones de derechos humanos, tuvo una duración de 60 minutos (de 17 a 18 horas) y se supo que ocurrió de manera simultánea a actos vandálicos perpetrados contra sus similares de otros estados.
Exigimos al gobernador del estado y al alcalde de nuestra ciudad tomar cartas en el asunto y no permitir que acontezcan de nuevo sucesos semejantes, que provoquen desasosiego social y pongan en riesgo el bien más preciado que gozamos en Yucatán, que es nuestra tranquilidad.
Exijimos a las autoridades fajarse los pantalones y poner punto final de una vez y para siempre a estas actitudes antisociales. Los yucatecos y especialmente los meridanos, no queremos vivir en una urbe violenta, peligrosa y anárquica como la ciudad de México. Lo último que queremos es que Mérida se vuelva una tierra sin ley.
Seguimos pendientes…