LA LEYENDA DEL JUDÍO ERRANTE
Miércoles 25 de octubre de 2023
Por Pablo Suárez
Un hombre habría sido condenado a deambular por la Tierra hasta el día del Juicio Final.
Algunos aseguran haberse encontrado con él en distintos lugares y épocas de la historia. Habría sido visto en España hacia 1575.
La leyenda de este hombre maldito comenzó a difundirse por Europa en la Edad Media, y formó parte del imaginario colectivo antisemita de Occidente durante muchos siglos.
Existen distintas versiones acerca de este sujeto.
Algunos autores sostenían que era zapatero; otros, que fue guardia personal de Poncio Pilato.
Ésta última es la teoría de Roger de Wendover en su Flores Historiarum, donde hace referencia al judío errante.
La mayoría coincide en que este hombre sería un judío que se negó a auxiliar a Jesús durante el Vía Crucis, siendo condenado por éste a errar eternamente por la Tierra hasta el día del Juicio.
Dependiendo de la versión, nos encontramos que el auxilio negado a Cristo se presenta de forma distinta.
En algunos casos, se hace referencia a que le negó agua cuando pasó a su lado.
En otros, que le forzó a caminar más rápido en su camino al Calvario.
Jesús le habría respondido: «Yo descansaré luego, pero tú andarás sin cesar, hasta que yo vuelva».
El obispo e historiador del siglo XIII Mateo de París afirmó la existencia de este personaje, al que llamó Cartafilo.
Según el autor, para ese entonces el judío errante se encontraba vagando por Armenia.
El autor protestante del siglo XVIII Jacob Basnage afirmó la existencia de tres judíos errantes, cada uno reuniendo las características dispares que se han dado al personaje:
Uno sería un zapatero, otro sería el guardia de Pilato y otro sería un judío condenado por fundir el becerro de oro en tiempos de Moisés.
A finales del siglo XVIII había al menos 40 variantes de la leyenda en ediciones diferentes y de autores diversos.
Muchas de ellas se inspiraban en el Castigo de Caín, que en el libro del Génesis es condenado de forma similar.
Pero esta leyenda no se limitó a las versiones y escritos que se difundieron sobre este legendario personaje.
Muchas personas, en diferentes épocas y lugares, afirmaron haberse encontrado con el judío errante.
Por ejemplo, los peregrinos europeos que se aventuraban en Palestina y Jerusalén solían afirmar haberse encontrado, de una forma u otra, con el testigo maldito de la Pasión de Cristo.
En Alemania, Austria y Francia habría sido visto en numerosas ocasiones.
Algunos supuestos testigos afirmaban que vagaba arrepentido y anunciando el día en que la Parusía le liberase.
Otros lo identificaban con el Anticristo.
Rudyard Kipling, Schlegel, Goethe, Hans Christian Andersen, Eugenio Sué…
Muchos autores modernos incluyen o mencionan en sus obras o escritos a esta legendaria figura.
El pintor Gustave Doré caricaturizó al eterno condenado.
En el siglo XIX aún se publicaban coplas y hojas volantes con grabados del judío errante que contaban su historia.
Esto dice mucho de la importancia que este mito alcanzó en Occidente, llegando incluso hasta fechas no tan remotas.
La repercusión de esta leyenda fue tan grande que nuestro país no iba a quedar al margen.
El judío errante habría sido visto vagar por España en torno a 1575, durante el reinado de Felipe II.
El filósofo rumano Mircea Elíade, en su relato Dayan, lo imagina hablando español.
Y es que no es casualidad el oficio de zapatero que algunos autores señalan. El apellido Zapata en España estaba relacionado con los judíos.
Todavía en 1993 un fraile toledano afirmó haber tenido una visión en la que se le revelaba que el judío errante se había afincado en Toledo y sabía hablar español.
El Abad le ordenó silencio, y desde entonces no habla sobre el asunto.
La realidad es que el religioso Benito Jerónimo Feijoo ya había desmentido la existencia de este personaje en 1745, concretamente en sus Cartas eruditas y curiosas.
En la carta 25 del 2° tomo niega veracidad a la historia y la considera una invención carente de lógica y pruebas.
Algunos intérpretes contemporáneos han visto en la figura del judío errante, un paralelismo con la historia del pueblo judío, que habría sido condenado eternamente a vagar por el mundo tras haber rechazado a Cristo.
La leyenda del judío errante está estrechamente ligada al pueblo judío.
Un pueblo cuyos últimos dos mil años de historia no han sido fáciles y en los que ha sido perseguido en casi toda Europa, como el legendario personaje del que hoy hemos hablado.