Anécdotas de Mozart
Miércoles 20 de septiembre de 2023
Wolfgang Amadeus Mozart nacio en Salzburgo, Austria, el 27 de enero de 1756 y murió en Viena, Austria, el 5 de diciembre de 1791.
Anécdotas de Mozart
- «Una muestra de la prodigiosa memoria musical sería la anécdota ocurrida cuando contaba con tan sólo catorce años, durante un viaje a Roma con su padre.
Este pidió a la Biblioteca Vaticana la partitura del Miserere, de Gregorio Allegri, compositor del siglo XV, que sólo se cantaba en Roma durante la Semana Santa.
Le denegaron la partitura porque estaba considerada como exclusiva y no se permitía su difusión.
Al día siguiente, el adolescente Mozart acudió a la iglesia donde se ejecutaba la pieza y tras escucharla, volvió a su hotel y la reprodujo totalmente.
Sólo necesitó volver al día siguiente para hacer algunas correcciones. La pieza dejó de ser secreta desde entonces»
2) «La velocidad que a veces demostraba Mozart en sus composiciones es un caso único en la Historia.
Tal vez se deba a su costumbre y tremenda facilidad de componer “en la cabeza” y no pasarlo al papel hasta estar prácticamente acabada la obra.
Su ópera “La Clemencia de Tito” fue escrita en tan sólo 18 días.
La sinfonía 425, conocida como “Linz” se compuso, transcribió y preparó para su estreno en sólo cinco días.»
3) «Con ocasión del estreno de Las bodas de Fígaro, el Archiduque Fernando le dijo a Mozart:
“No sé si le gustará a la gente, mi querido Mozart, es demasiado ruidoso, tiene demasiadas notas”
Mozart no pudo evitar corregir a tan importante personaje: “No, mi señor, tiene sólo las necesarias»
4) «El entierro de Mozart fue un perfecto colofón para tan ajetreada vida.
En muchos libros se dice que la comitiva del entierro se dispersó por una fuerte tormenta y terminó por ser arrojado a una fosa común.
No se sabe con exactitud. Hubo un breve funeral en la Iglesia de SanKt Stephen.
Acudieron los varones de la familia, algunos amigos, entre ellos Salieri, varios francmasones y algunos nobles.
Luego, la lluvia y la ventisca hicieron que nadie acompañase al féretro al cementerio de Sankt Marrx, que estaba a las afueras.
La tumba quedó sin señal ni cruz. No se pudo aclarar cómo fue exactamente el entierro, y en 1901 cuando se trató de identificar los restos no fue posible»