MéridaYucatán

Vila piensa en dinero y no en la gente

Spread the love

Recientemente el gobierno del estado anunció el programa de reactivación de la economía en nuestra entidad.

Para acabar pronto, volverán a funcionar cines, gimnasios, restaurantes, bares y de hecho, casi cualquier tipo de negocio.

Indudablemente es un hecho que la gente necesita volver a trabajar y a tener ingresos. Pero el problema no es la reanudación de las actividades productivas en sí, sino como se dará esta vuelta al quehacer.

En NOTIREDMERIDA consideramos un error terrible de parte del gobernador, autorizar que reanuden actividades cines y bares. Sabemos que hay gente que trabaja en esos giros y requiere ingresos para vivir, pero no es momento de que vuelvan a funcionar.

La reapertura de plazas comerciales, cines, gimnasios, bares, iglesias y templos lo único que provocará es un incremento en el número de contagios y muertes. Ojalá y que a alguno de los iluminados cercanos al gobernador no se le ocurra que es tiempo de volver a las aulas.

Se creará con esto, una falsa percepción de que todo ha vuelto a la normalidad. Provocará una equivocada sensación de seguridad, haciendo a muchos pensar que si se autorizó de nuevo que estos establecimientos funcionen, es porque todo está bien.

Y vendrá la catástrofe, porque el gobernador privilegia la economía por encima de la salud.

Porque con la reapertura económica, ya no existe, desde su punto de vista, pretexto alguno para que pueda decirse que no hay dinero para el canje de placas, porque a Vila es claro que lo que le importa son los ingresos y no la vida de los yucatecos.

Pero hasta eso, incluso el plan y los argumentos del ejecutivo estatal y sus paniaguados tiene fallas. El defecto de su postura es la inmediatez en la aplicación; ni siquiera hubo talento para dejar transcurrir entre tres meses mínimo y seis meses máximo, para propiciar en la gente la percepción de que la crisis había pasado. La ambición prevaleció. Con septiembre la ciudadanía tendrá que pagar el costo del reemplacamiento.

E insistimos: el pago de las placas, es lo de menos. Decimos esto a sabiendas de que no hay dinero y la mayoría va a sudar sangre para hacerlo. Muchos no podrán cumplir. Habrá que ver que posición asume el gobierno estatal al respecto: si de tolerancia o persecución.

Reiteramos: lo importante no es eso. Lo fundamental es que los contagios y muertes se van a disparar y Vila culpará como es su costumbre a los ciudadanos; dirá que los yucatecos somos tercos y desobedientes y volverá a las restricciones y a la ley seca y lo hará porque no tiene ni la menor idea de lo que hay que hacer para enfrentar eficazmente la emergencia en materia de salud.

Ante nuestras críticas respecto a que no sabe qué hacer, el gobernador consiguió hacerse de un grupo de paleros que avalan sus disparates con criterios sanitarios, pero no es así, todos sabemos que es lo que pasará.

Estaremos como la burrita: dos pasitos adelante y dos pasitos para atrás, hasta que se logre la inmunidad de manada.

El criterio del gobernador y su pandilla es verdaderamente malthusiano: que mueran los que deban hacerlo, los más débiles, quienes tengan menos recursos y posibilidades para sobrevivir.

Vila se dispone a cometer un verdadero genocidio en perjuicio de nuestro pueblo y eso no puede permitirse, ni debe quedar impune. Baste ver que a la fecha, hay ya casi dos mil muertos por coronavirus de manera oficial (extraoficialmente se habla de muchísimos más), sin que pueda hacerse nada eficaz para revertir esa situación.

El gobernador y su equipo han manejado la emergencia sanitaria muy mal. Lo hicieron a destiempo y de manera equivocada y las consecuencias saltan a la vista.

Pero lo más lamentable no son las pérdidas económicas, sino las vidas que se han segado. Todos tenemos ya, un amigo o un familiar muertos a causa del virus del COVID-19 y no consentiremos ni uno más.

La codicia de Mauricio Vila se traducirá en muertes y habrá que exigirle llegado el momento enfrente sus responsabilidades políticas y legales, primero en lo electoral y posteriormente, a través de la revocación de mandato e incluso de ser procedente, someterlo a proceso.

Yucatán está de luto y no olvida. Nosotros tampoco lo olvidemos. Se acerca el momento de ajustar cuentas.

Seguimos pendientes…

Deja una respuesta