López Obrador se quita la máscara
Lunes 21 de noviembre de 2022
Andrés Manuel López Obrador es un hombre de doble moral.
En público presume ser austero y la encarnación de la pureza y las virtudes republicanas.
Pero en privado, López Obrador es una colección de vicios y malas mañas, acentuados por una marcada vocación autoritaria.
Esto último ha quedado de manifiesto, desde que el jefe del ejecutivo federal mandó a uno de sus hombres de paja a poner una iniciativa para legalizar la reelección presidencial, en los comicios venideros.
Es evidente que el presidente y su primer círculo no pueden proponer semejante disparate, pero por eso mandan a un hombre de paja a medir el agua a los camotes, para considerar la clase de respuesta proveniente de la sociedad mexicana y hacer los análisis correspondientes.
Alberto Martinez Urincho es el nombre del lamesuelas que propuso pasarse por el arco del triunfo los postulados básicos de las luchas históricas del pueblo mexicano.
Triste papel de López Obrador, que se ve forzado a recurrir a patiños de tan baja estofa, para lo que ni siquiera tiene pantalones para abanderar.
Curiosamente ante semejante sandez, la chairiza y su partido (MORENA), guardan revelador silencio.
Y si se les cuestiona de manera repetida, los partidarios de la 4T rastreramente solo afirman que López Obrador es un gran presidente que se preocupa por los pobres y que merece repetir en el poder, porque indican que no lo han dejado gobernar los conservadores y necesita más tiempo, sin percibir el riesgo que esto implica.
Ojalá los mexicanos pensantes (esperamos que haya alguno en MORENA también) no consientan ni transijan con semejante atrocidad.
López Obrador se ha quitado la máscara y ha enseñado abiertamente su faz autoritaria y su inclinación dictatorial, por amor a México es preciso resistir y oponerse.
Tiempo al tiempo. Esto aún apenas empieza y promete ponerse bueno.
Dios, Patria y Libertad