Washington, Seúl, Moscú y Pekín se dividen por el lanzamiento de un misil norcoreano
Viernes 18 de noviembre de 2022
Mientras EEUU y Corea del Sur acusaron a Corea del Norte de desestabilizar la seguridad regional con el lanzamiento de un misil balístico de largo alcance, Rusia y China expresaron su preocupación y llamaron a las partes al diálogo y a una solución pacífica.
La postura de la alianza de EEUU y Corea del Sur
En una declaración difundida por la Casa Blanca, la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Adrienne Watson, dijo que el presidente Joe Biden fue informado del asunto y que su equipo de seguridad nacional continuará estrechas consultas con aliados y socios de EEUU en la región.
«Este lanzamiento es una burda violación de numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, aumenta de forma innecesaria las tensiones e implica el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región (…) Instamos a todos los países a condenar estas violaciones y llamamos a la RPDC a sentarse a la mesa para negociaciones serias», señaló Watson.
Según la portavoz, todavía existen oportunidades para la diplomacia, siempre y cuando Pyongyang cese de inmediato sus «acciones desestabilizadoras». Estados Unidos tomará todas las medidas necesarias, advirtió Watson, para garantizar la seguridad propia, así como la de sus aliados: Corea del Sur y Japón.
Por su parte, el mandatario surcoreano, Yoon Suk-yeol, dio instrucciones al Consejo de Seguridad Nacional para reforzar las medidas de contención y las sanciones en relación con Corea del Norte en respuesta a sus continuas pruebas de misiles balísticos.
«El presidente Yoon ordenó reforzar la postura de defensa conjunta de Corea del Sur y EEUU, implementar activamente las medidas para potenciar la ejecución de una mayor disuasión frente a Corea del Norte, acordada entre Corea del Sur y EEUU, y fortalecer la cooperación de seguridad entre Corea del Sur, EEUU y Japón», comunicó la oficina presidencial.
Previamente se informó que Seúl estudia aplicar otra batería de sanciones contra Pyongyang. A mediados de octubre pasado, Corea del Sur impuso medidas restrictivas a 16 entidades y 15 individuos del Norte relacionados con el programa de misiles y el suministro de material para armas de destrucción masiva. Aquella ronda de sanciones unilaterales fue la primera en cinco años.
Rusia y China llaman al diálogo
A su vez, Moscú sigue con preocupación la situación en torno a la península de Corea y los lanzamientos de misiles de Pyongyang, declaró a los periodistas el viceministro de Exteriores de Rusia Serguéi Riabkov.
«Seguimos con preocupación la evolución [de la situación] y constatamos que el trabajo en los formatos que previamente se usaron para la desnuclearización de la península de Corea se suspendieron por iniciativa de Washington», destacó el vicecanciller.
Sin embargo, continuó, los contactos continúan, «siguen en la plataforma de Nueva York». Rusia aboga por una solución diplomática y política de la situación, precisó Riabkov. Pero, según el vicecanciller, «EEUU y sus aliados en la región en los últimos tiempos prefieren otro camino».
Además, el Ministerio de Exteriores de China llamó a todos los países de la región al diálogo.
«Esperamos que todas las partes se atengan a la búsqueda de una solución política a los problemas y resuelvan sus discrepancias de manera equilibrada mediante el diálogo integral», declaró la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, en una comparecencia ante la prensa, al referirse al nuevo ensayo balístico norcoreano.
La diplomática recalcó que «mantener la paz y la estabilidad en la península de Corea e impedir el agravamiento de la situación responde a los intereses comunes de la región».
Poco antes, Corea del Norte realizó un nuevo ensayo de misiles balísticos. Un proyectil de largo alcance, disparado a las 10:15 hora local (01:15 GMT) desde el distrito de Sunan, se elevó a una altitud de 6.000 kilómetros y, siguiendo una trayectoria parabólica, voló unos 1.000 kilómetros hasta que cayó en la zona económica exclusiva de Japón al oeste de la isla de Hokkaido, según las primeras estimaciones.
El ministro de Defensa nipón, Yasukazu Hamada, supuso que fue un misil balístico intercontinental (ICBM) cuyo alcance, calculado en función de la trayectoria de vuelo y dependiendo de otros factores como el peso de la ojiva, podría en principio superar los 15.000 kilómetros, lo suficiente para aterrizar en la parte continental de Estados Unidos.
En lo que va de este año, Corea del Norte realizó más de 30 lanzamientos de misiles alegando que son una repuesta a las «provocaciones» de Corea del Sur que realiza ejercicios militares, tanto de forma independiente como conjuntamente con Estados Unidos y Japón.