En su incompetencia, el gobierno del estado, viola la ley

El día de ayer, el gobernador Mauricio Vila Dosal anunció diversas medidas, en un esfuerzo desesperado por tratar de contener la ola de contagios de coronavirus que su ineptitud y la de sus colaboradores, no han podido frenar.

Seguimos diciendo lo que siempre: no es posible pretender el imperio de una ley, pasando por encima de otra. No es posible gobernar como si se tratara de un sátrapa de medio Oriente. Esto es Yucatán y no Afganistán.

Insistimos en qué el gobierno de Yucatán carece de una estrategia de contención en el tema del virus del COVID-19. No podía esperarse otra cosa, cuando el secretario de salud es un oscuro radiólogo que accedió al cargo como consecuencia de la amistad y el capricho de su amigo el gobernador y no en mérito de su trayectoria y logros profesionales.

La carencia de una estrategia y un plan estructurado, conducen a Mauricio Vila a incurrir en una serie de medidas de corte draconiano, susceptibles de ser combatidas legalmente en los tribunales, por aquellos ciudadanos que consideren vulnerados sus derechos.

Y es que las violaciones legales a nuestro marco normativo, son tan burdas y evidentes, que es imposible no advertirlas. Para ejemplificar nuestro aserto, haremos referencia a la más notoria, que es el virtual toque de queda, que impone limitantes a la movilidad social.

Reza el texto constitucional: «En los casos de invasión, perturbación grave de la paz pública, o de cualquier otro que
ponga a la sociedad en grave peligro o conflicto, solamente el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, con la aprobación del Congreso de la Unión o de la Comisión Permanente cuando aquel no
estuviere reunido, podrá restringir o suspender en todo el país o en lugar determinado, el ejercicio de los
derechos y las garantías que fuesen obstáculo para hacer frente, rápida y fácilmente a la situación; pero
deberá hacerlo por un tiempo limitado, por medio de prevenciones generales y sin que la restricción o suspensión se contraiga a determinada persona. Si la restricción o suspensión tuviese lugar hallándose el
Congreso reunido, éste concederá las autorizaciones que estime necesarias para que el Ejecutivo haga frente a la situación; pero si se verificase en tiempo de receso, se convocará de inmediato al Congreso
para que las acuerde…».

Hasta donde recuerdo, Mauricio Vila no ha sido elegido presidente de la república (y ruego a Dios no lo sea jamás), por tanto, carece de facultades para restringir la movilidad y el desplazamiento de los ciudadanos de manera tan arbitraria.

Más allá de las aparentes justificaciones de su proceder, el oriundo de Toluca no entiende que su calidad de titular del ejecutivo estatal lo compromete a respetar nuestro marco normativo y a procurar su obediencia y no transgredirlo.

Argumentos semejantes a los esgrimidos por Vila y sus paniaguados, fueron los que utilizaron en el pasado individuos de la ralea de Adolfo Hitler, José Stalin, Mao Tse Tung, Idi Amin, Adolfo Pinochet, Anastasio Somoza, Kim Jong-un y Fidel Castro para sustentar sus atrocidades.

Reiteramos: no puede un gobierno violentar la ley, para tratar de poner remedio a su ineptitud y falta de talento. En Yucatán Mauricio Sauri Vivas debería hacerle el favor al gobernador y a sus paisanos de renunciar por vergüenza y pundonor profesionales, pues es evidente que la silla en salud, le ha quedado enorme.

Y si con el relevo no mejoran las cosas, Vila debería seguir su ejemplo, porque es evidente que no comprende la manera de ser de los yucatecos y los problemas de nuestra entidad.

De cualquier manera, si no lo hace, valdría la pena considerar la revocación de mandato y la posibilidad de un cambio de rumbo, que parece inminente, en 2024.

Seguimos pendientes…