La verdadera batalla que se acerca
Domingo 25 de septiembre de 2022
Se ha hecho mucho ruido últimamente con la discusión de la iniciativa presidencial referente a la guardia nacional.
Han habido gritos y sombrerazos, han habido traiciones, los legisladores se han dicho hasta la despedida y todo para tener nada más una victoria pírrica.
Decimos lo anterior, porque lo único que se logró fue aplazar la decisión. Ganar algo de tiempo.
Tiempo que sin duda será de más utilidad para MORENA que para la oposición, pues le dará oportunidad de granjearse votos que se sumen a los que posee en la actualidad y que obtendrá a base de dádivas, promesas o amenazas. No importa como, pero los tendrá.
Es por eso que las jactancias de algunos miembros de la oposición se antojan fuera de lugar. Es probable que para cuando se discuta nuevamente la propuesta, a la que no se vislumbra le hagan cambios significativos, MORENA ya cuente con más voluntades.
Sin duda alguna, lo que se consiga, se acercará más a las pretensiones del oficialismo, que a las de la oposición. Puede usted jurarlo.
Pero aún en el caso de que MORENA no logre cumplir sus deseos, no pasa nada. Nada cambiará. La situación del país continuará tan mal como hasta ahora.
Pero eso carece de relevancia, porque el verdadero objetivo de MORENA no es la seguridad, ni la guardia nacional.
Su verdadero interés es el INE y ahí es donde debemos poner mucha atención, porque pase lo que pase, MORENA lleva las de ganar.
La explicación es simple: MORENA y López Obrador buscan desaparecer al INE para crear un mamotreto a la medida de su gusto.
Es por eso que están sumando votos a su bancada: para tratar de garantizar que logren cristalizar sus intenciones.
Pero aún cuando no lo consiguieran, tampoco hay problema, habida cuenta que el próximo año concluyen su encargo cuatro consejeros electorales, incluido el presidente.
Y MORENA muerto de risa, podría conseguir acomodar a sus fichas y hacerse de la presidencia del INE.
De tal suerte, que reiteramos, MORENA lleva ventaja. Una ventaja que es casi imposible que pierda.
De manera tal, que el panorama es complejo, porque a pesar de la inseguridad, el deterioro económico y el mal manejo de la salud pública, es improbable que MORENA pierda capacidad de maniobra.
Y hay que apuntar que por lo que se ve, la oposición carece de una figura carismática que la encabece.
Así que los mexicanos no debemos perder de vista que si queremos que el gobierno cambie, no nos queda más que una alternativa: SALIR A VOTAR.
Porque no será un caudillo, ni un gobierno extranjero quien consiga que las cosas cambien en México.
Sepultando a MORENA en una montaña de votos, es como podemos hacer posible el retorno a la normalidad democrática.
Porque si la gente sale a votar masivamente, el fraude electoral se hace imposible y a López Obrador solo le quedaría el recurso de sostenerse con las bayonetas.
Y si bien no es improbable que la idea pase por su mente calenturienta, la verdad es que se expondría a un caos terrible y a que en una de esas, la tropa (que no está nada feliz precisamente con él) marche en derechura a Palacio Nacional, lo tome prisionero y lo ponga contra el paredón, para cristalizar la más loca fantasía del macuspano: pasar a la historia como mártir.
Así que por estos motivos, no se antoja factible un autogolpe de estado.
En resumen: los ciudadanos de México debemos tener muy claro, que sin importar lo complicado del horizonte y a pesar incluso de la carencia de opciones políticas viables, está en nuestras manos la suerte de la patria.
De lo contrario, nadie tendrá derecho a quejarse.
Seguimos pendientes…