Libertad sexual, gay, pareja: nuevo lenguaje para católicos ingenuos
Lunes 19 de septiembre de 2022
Padre Idelfonso de Asís
Sin duda alguna estamos en la época que más exalta la irracionalidad unida a la idiotez supina combinada con una dosis de horterada cursi vestida además de la más pestilente ideología.
Me refiero concretamente al uso del nuevo lenguaje, impuesto por la política progre y sus mantras doctrinales que logran cambiar no solo la manera de pensar sino la de vivir en una gran mayoría de la sociedad.
El problema grave, y muy triste, es constatar que los mismos católicos practicantes asumen este ridículo ritual y, para parecer modernos y recibir la aprobación del poder establecido (que manda en los medios informativos, partidos políticos, economía y “cultura”), ASUME esta forma de expresión.
Concretemos ejemplos de lo más significativos:
La palabra GAY. Esa palabra define al hombre o mujer con tendencias homosexuales. Y esa palabra tiene una carga ideológica tremenda pues procede de ser “GAY” o sea, de algo alegre, simpático, divertido, amistoso….etc; cada vez que se usa la expresión GAY para referirse a quien tiene atracción por el mismo sexo se está avalando moralmente esa tendencia y despojándola de su sentido natural.
Para citar a un hombre con esa atracción se puede decir, sencillamente, homosexual, que no es nada ofensivo. Si dicha persona da muestra pública de ejercer la homosexualidad se puede usar el término bíblico sodomita. Pero nunca usar GAY.
La expresión “LIBERTAD SEXUAL” unida a violación de derecho. Otra falacia inmensa. Si una persona es violentada en su intimidad se trata de un delito contra su DIGNIDAD. Así habla un católico.
La llamada “libertad sexual” alude a una concepción ética del todo ajena a la moral cristiana. Y no se trata de decir que tal persona respeta la libertad sexual, sino que tal persona es, sencillamente, limpia de corazón y pura. Y punto.
El Mantra progre de “CAMBIO DE SEXO” (aceptado casi universalmente): una mentira elevada a categoría de “verdad” impuesta.
Con el sexo que se es concebido uno vive y muere. Un ser humano podrá someterse a operaciones estéticas de todo tipo para cambiar su aspecto físico pero JAMÁS cambiará de sexo ya que el sexo (masculino o femenino) forma parte del SER de la persona.
La palabra PAREJA para designar a todo tipo de relaciones que se igualan en un irenismo despreciable. Cabe todo: novios, matrimonios, parejas homosexuales, parejas adúlteras, divorciados vueltos a casar, casados solo por lo civil, amantes…etc.
Usar la palabra “pareja” diluye toda diferencia moral entre un matrimonio canónico (verdadero matrimonio ante Dios) y una pareja de novios que se preparan para casarse pero aún no deben convivir; diluye diferencia entre matrimonio cristiano y el resto de relaciones opuestas a la doctrina de Cristo.
El tópico de “EX MARIDO “ o “EX MUJER”. Quien esté casado por la Iglesia y se separe, o divorcie , SIGUE siendo marido y/o esposa delante de Dios (salvo caso de nulidad; y si la nulidad se obtuvo de forma engañosa idem de lo mismo).
La frase INTERRUPCIÓN DEL EMBARAZO para nombrar el ABORTO. Otro excremento lingüístico para anular la responsabilidad gravísima en el crimen contra el ser vivo más indefenso. Esa frase convierte el delito en derecho.
Son seis ejemplos de como el nuevo lenguaje está horadando moralmente no solo la sociedad occidental sino las mismas conciencias de los católicos que, ingenuamente, cooperan al mal por ganarse el aplauso de aquellos que en el fondo los desprecian.