Opinión

Mario Mex, un suertudo

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Domingo 14 de agosto de 2022

No se necesitan grandes capacidades para figurar de manera destacada como integrante de la cuarta transformación. Cualquier tarugo puede hacerlo, prueba patente de ello, constituye que Andrés Manuel López Obrador pudo llegar a la presidencia de la república.

Basta con solamente echar una ojeada a los nombres que integran los funcionarios y directivos de MORENA y por extensión, también los de sus partidos satélites, para advertir que salvo muy honrosas excepciones, en la relación figuran muy pocos elementos rescatables.

Otro que puede dar fe de que para ocupar un puesto directivo en la cúspide de la cuarta transformación, como lo es el MOVIMIENTO de DE REGENERACIÓN NACIONAL, no se requieren aptitudes sobresalientes, es Mario Mex Albornoz, hasta el día de hoy, presidente estatal de MORENA.

Mario Mex, un individuo de aspecto sucio y desaliñado, se ha caracterizado por lo anodino de su gestión, en la que no ha sido capaz de hacer nada que valga la pena, a favor de su propio partido.

De hecho, si MORENA no encabezara el gobierno federal, Mex Albornoz sería uno más de esos vividores que aprovechan el cargo partidista para medrar a costillas del erario público, a través de los subsidios entregados a cada instituto político.

Recalcamos: Mario Mex no ha hecho nada digno de escribir a casa. Es más, en un par de ocasiones ya se ha dicho que se llevaría a cabo el relevo en la dirigencia partidista; y Mex Albornoz ha creído llegado el momento de despegarse de la ubre presupuestal.

No obstante, las malas mañas y la visión autoritaria y vertical que prevalecen en MORENA, han llevado a que de manera inmerecida, casual y hasta sin proponérselo, Mex Albornoz continúe en su silla.

Empero, su prolongado periodo directivo no ha constituido una molestia o un inconveniente para nadie, pues su ignorancia, indolencia e ineptitud, son de tal grado, que Mex opta por hacerse al occiso y voltear a ver hacia otro lado, con tal de no generar disturbios para los verdaderos amos del partido y es capaz de cualquier indignidad, en aras de persistir como presidente estatal. La realidad de los hechos lo confirma.

Carente de criterio, ideas propias e iniciativa, el hasta el día de hoy dirigente estatal, se limita a repetir fanáticamente como perico, los slogans de su mesías, los conceptos que supone haber aprendido en un par de pasquines de marxismo y las directrices que le ordenan en su logia.

La fórmula de navegar con bandera de tarugo, por lo visto es muy efectiva, pues al día de hoy, permanece y dadas las marranadas y el cochinero resultante del último proceso electoral de MORENA, el mismo que elogió hasta el cansancio López Obrador, son lo que le conceden la continuidad, a pesar de que hace mucho debió de dejar de perjudicar.

Es de suponerse que su estadía se prolongará hasta 2024, después de todo, su presencia y un cero a la izquierda, valen exactamente lo mismo para el acontecer político de su partido. Es claro que Mex Albornoz proseguirá haciendo lo mismo que a la fecha: nada, que no sea arrodillarse y obedecer lacayunamente.

No son buenos los augurios que aguardan a MORENA en el panorama electoral, mientras semejante pelmazo permanezca como dirigente estatal. Empero, como MORENA se nutre del lumpen, Mario Mex es un elemento ad hoc.

Dicen los antiguos que no hay refrán perdido y Mario Mex Albornoz es la comprobación viviente de aquel adagio que prescribe: suerte te de Dios, que el saber poco te importe.

Evidentemente si algo es Mario Mex, es un suertudo. Solo habría que ver si la militancia de MORENA en Yucatán opina lo mismo y está feliz, feliz, feliz.

Seguimos pendientes…

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