Ven la tempestad y no se hincan
La chairiza siempre se quejó de los gasolinazos y el aumento de precios durante los periodos de gobierno de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
También se quejaban de la violencia y la inseguridad. Bramaban contra la militarización que decían era característica de los gobiernos neoliberales. Marchaban y gritaban contra la corrupción. Criticaban las elecciones.
Véalos ahora, mansos como corderitos y totalmente en silencio, aplaudiendo como focas al demente de su mesías, que canta y baila, mientras México se incendia.
Ahora no dicen ni pío de las transas de la familia del presidente. Ya se les olvidaron los delitos de Bartlett, fingen demencia ante las obras infladas y pagadas a sobreprecio. Ya olvidaron su repudio a la corrupción.
Ahora se callan ante la violencia. Ya no les molestan los abusos de los narcos. Voltean a ver a otra parte cuando advierten acarreo o compra de votos. Dicen que el fraude electoral es malo solo cuando les perjudica.
Ahora se hacen tontos a pesar de que el ejército esta hasta en la sopa y rien forzadamente cada vez que comprueban al comprar que todo esta mas caro.
Ya no se quejan de la falta de medicinas, ni del pésimo servicio de los hospitales públicos, se han olvidado de que prometieron bajar la gasolina y que su precio ya aumenta de trancazo. Porque si aumentos de mas de diez centavos no son gasolinazos, entonces quien sabe como llamarles.
Ya no protestan cuando ven que los candidatos son los mismos que los fregaron antes desde otros partidos, pero que cambiaron de chaqueta justo a tiempo y ahora se han puesto la camiseta de salvadores de la patria.
Que difícil debe ser en estos tiempos ser chairo y darse cuenta que el país esta en manos de un inepto y un loquito, que lo esta haciendo mucho peor de lo que podía suponerse.
Que terrible debe ser percatarse que apoyaron a un inútil, a un inepto, a un bandido (iba a decir a un pendejo, pero suena muy feo) y que hay que ser de plano muy tonto, para ayudar a mantenerse en el poder a un fracasado en todo lo que ha hecho y al que el país se le esta deshaciendo entre las manos.
Seguimos pendientes