MéridaYucatán

Crónica de un encuentro inesperado en Santa Ana

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¡Las cosas que uno se encuentra por las calles! El día de hoy, cumpliendo con el precepto dominical para todo buen yucateco que impone la cochinita pibil o el lechón ya sea en tortas o en tacos para el desayuno, concurrimos al mercado de Santa Ana.

No bien ordenamos y esperábamos surtieran nuestro pedido, cuando los ojos de periodista detectaron (es una calamidad no poder librarse de ellos ni en domingo), una mesa muy animada, que no era la que más aplaudía, pero si en la que se reía de buena gana, se platicaba sabrosamente y se comía a más y mejor (me consta que varios de los contertulios son de buen diente).

No pudimos evitar la tentación de acercarnos (deformación profesional) y saludar a varios buenos amigos: a nuestro estimado Prócer, el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, a nuestro ex condiscípulo, el diputado Gaspar Quintal, a nuestras buenas amigas, la secretaria general del PRI, Lila Frías y la regidora, Ana Gabriela Aguilar (saludos a nuestro querido Feliciano), a Luis Borjas, al regidor Gabriel Barragán (hermano de otra condiscípula, Gaby) y a los regidores Óscar y Marifer.

No pudimos evitar la tentación (Oscar Wilde decía que lo mejor de una tentación es ceder a ella), de cuestionar si la reunión se trataba de una sesión informal de cabildo, o de planear la próxima presidencia estatal del PRI.

Una carcajada general rubricó la ocurrencia. Jorge Carlos siempre atento invitó: ¿Gustas algo prócer? Gracias senador, ya llevo mi itacate y me esperan en casa mis padres para el desayuno, respondí mostrando la provisión de tacos y tortas.

Nos reunimos para saludarnos y para platicar temas de interés y actualidad para el partido y nuestro quehacer cotidiano, a efecto de que esto se traduzca en beneficios para la comunidad, indicó Gaspar.

¿Me estás campañeando? le pregunté entre risas. Me conoces, respondió igualmente festivo.

A la par que platicaban y departían, los contertulios saludaban a personas que los reconocían y se acercaban a saludarlos o a plantearles alguna solicitud. Así es el servicio público, no se descansa ni en domingo.

Me despedí de todos y emprendí el retorno a la casa paterna, mientras reflexionaba que estos ejercicios de diálogo y acercamiento son imprescindibles para el PRI y más en los tiempos que corren. Ojalá sus dirigentes imiten los buenos ejemplos de nuestros legisladores y ediles.

Seguimos pendientes…

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