Obispo que decidió guardar silencio sobre los abusos sexuales de McCarrick, ahora será cardenal gracias a Francisco
Francisco ha anunciado que el 27 de agosto creará cardenal al obispo de San Diego, Robert McElroy, a pesar de su inercia sobre las acusaciones contra el conocido ex cardenal Theodore McCarrick.
Todos tenemos la responsabilidad de denunciar cuando se nos informan errores graves, pero el obispo McElroy no habló cuando debía hacerlo.
El obispo de San Diego fue informado en 2016 de la grave conducta sexual inapropiada de McCarrick, cuando el psicoterapeuta Richard Sipe, que había entrevistado a varias de las víctimas de McCarrick, le envió una carta detallada. McElroy se mantuvo sentado sobre esta información y ahora será creado cardenal por el papa Francisco.
Elevarlo al Colegio Cardenalicio no sólo es un insulto para quienes han sufrido abusos sexuales por parte del clero, sino también para quienes desean librar a la Iglesia de ese mal. Esta decisión de crear cardenal a McElroy debe ser revertida y la única manera de hacerlo es con la presión del Pueblo de Dios.
El Dr. Sipe dijo a McElroy que numerosos seminaristas y sacerdotes habían denunciado acercamientos y actividad sexual por parte de McCarrick en una carta que también describía abusos generalizados por parte de otros clérigos.
“He entrevistado a doce seminaristas y sacerdotes que atestiguan acercamientos, abusos o relaciones sexuales por parte de McCarrick”, dijo el psicoterapeuta al obispo McElroy en la carta de 2016, y agregó:
“Hasta ahora ninguno fue capaz de hablar abiertamente a riesgo de reputación y represalias”.
McElroy, quien afirmó que no había pruebas que respaldaran las acusaciones, podría haber llevado los informes al Papa, o al menos al Nuncio Apostólico. En vez de ello, terminó la correspondencia con Sipe, él mismo víctima de abusos sexuales por parte del clero. Tuvo que pasar otro año antes de que la verdad sobre McCarrick saliera lentamente a la luz pública. Cerrar los ojos ante graves acusaciones de delitos sexuales es reprobable en cualquier contexto, pero especialmente cuando lo hace un obispo, un pastor de almas.
- El obispo de San Diego aboga también por dar la Sagrada Comunión a los políticos proaborto, en contra de la enseñanza de la Iglesia.
- Además, ha concelebrado Misas LGBTQI+ y ha afirmado que el intento de normalizar la ideología LGBTQI+ por parte del padre James Martin, S.I., está “en consonancia plena con la enseñanza católica”.
La triste verdad es que McElroy no es digno ni siquiera de continuar como obispo, y mucho menos de ser creado cardenal.