Inminente la guerra interna en MORENA
Es indudable que en MORENA Yucatán pronto habrán graves conflictos. Lo decimos porque el partido no tiene vida ni dirigencia propia.
MORENA en nuestra entidad, lo mismo que en el resto de México, es un partido que está en manos ajenas. Resulta más que evidente que en Yucatán MORENA ha sido infiltrado por dos grupos notables: panistas y priistas.
Los panistas fueron los primeros en llegar a MORENA, de la mano de Huacho Díaz, que convencido por Ismael Peraza (al que luego traicionó) renunció a su trayectoria de casi veinte años en el blanquiazul, para encabezar una frustrada más campaña a gobernador, que tuvo como colofón ser nombrado representante del lopezobradorato en nuestra entidad (posteriormente, el ninguneo presidencial lo convirtió en lo que es: el súper relegado de Yucatán).
Posteriormente llegaron los priistas, de la mano de Verónica Camino Farjat y azuzados se dice, por Rolando Zapata Bello, quien es la mano que mece la cuna.
Verónica Camino, una oportunista y trepadora, traicionó a su partido de origen, el PRI, para traicionar posteriormente a su protector inicial en MORENA, Ricardo Monreal y para propiciar la llegada de una serie de figuras impresentables por lo desprestigiadas, al partido granate.
Como consecuencia de la infiltración panista y priista, la verdadera militancia morenista, los miembros de a pie, los que hacen la talacha y gastan suela y saliva, han sido, son y serán despreciados, hechos a un lado y utilizados sólo para los trabajos más pesados e incómodos. Lo anterior merced a su radicalismo, cerrazón, intolerancia y fanatismo.
Hay que decir que los panistas y priistas han convertido a MORENA Yucatán en el paraíso de la simulación, pues si bien repiten como loros los disparates que profiere López Obrador, lo último que les interesa es el discurso y la figura presidencial (a menos que ello les reporte algún beneficio) y evidentemente no son partidarios de la izquierda en lo ideológico, sino que son los típicos rabanitos (rojos por fuera, pero blancos por dentro) y sólo se valen del discurso para obtener prebendas y avanzar políticamente.
Como consecuencia de la infiltración y ante la inminente llegada de la época electoral y del consecuente reparto de candidaturas y posiciones, se avizora una guerra encarnizada entre facciones, que cancela de antemano cualquier oportunidad de triunfo, si sus adversarios hacen lo correcto.
Es evidente que muy próximamente los panistas y priistas que infestan las filas de MORENA Yucatán (más la basura que se acumule como consecuencia de la temporada de elecciones) exigirán sus cuotas de poder y se destrozarán entre ellos, con tal de satisfacer sus ambiciones y codicia.
Estaremos atentos de este poco edificante espectáculo y de los nombres y figuras de los próximos impresentables que se añadan al sobrecargado y naufragante barco del lopezobradorato, que estamos seguros en 2024 se irá a piqué, arrastrando consigo a los oportunistas que lo aborden.
Seguimos pendientes.