La revocación de mandato, tremendo fracaso para López Obrador
- Claudia Sheinbaum dice adiós a sus aspiraciones presidenciales
- Se consolida Adán Augusto López Hernández como aspirante
- El PRI, un aliado en el que no se puede confiar
Concluida la consulta popular para la revocación de mandato, podemos sacar varias conclusiones:
En primer lugar, que el presidente Andrés Manuel López Obrador anda mal y de malas, pues su popularidad va en picada, lo que es entendible tras los deplorables resultados que arroja su gestión.
No perdamos de vista que en la pasada elección, MORENA (léase López Obrador) logró 17 millones de votos. En esta oportunidad (revocación de mandato) a duras penas pudo obtener 15 millones de sufragios. Situación que dice mucho y que habla de un acusado hartazgo ciudadano.
Llama particularmente la atención el señalado desplome que experimenta MORENA en la ciudad de México. En el proceso electoral pasado, los capitalinos dieron la espalda al partido del presidente, entregando a la oposición la mitad de las alcaldías y en esta oportunidad, con ocasión de la revocación de mandato, de los seis millones de votos que Claudia Sheinbaum prometió al presidente, apenas pudo entregar millón y medio.
Con esto, la titular del gobierno capitalino, bien puede despedirse de sus aspiraciones presidenciales, pues ha quedado de manifiesto su nula capacidad de operación política y movilización, en un área que antaño era bastión de la izquierda.
Es de hacerse notar que son estados como Veracruz, Chiapas, Estado de México, Guerrero y Tabasco los que mayor cantidad de sufragios aportaron a la causa lopezobradorista.
Llama mucho la atención lo concerniente al Estado de México, que reporta casi dos millones de votos, que no se habrían logrado sin el apoyo y el concurso del gobierno de Alfredo del Mazo. Esto debe ser una llamada de atención para los integrantes de la alianza opositora, que deberán dar marcación personal al quehacer de los priístas, que por una parte juran fidelidad, pero por otra, apuñalan por la espalda.
En MORENA tendrían serios motivos para estar alarmados, pues los grandes centros urbanos como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey se desentendieron flagrantemente de la consulta y tomaron distancia de la figura presidencial.
De igual manera y de modo directamente proporcional a la caída de los bonos de Claudia Sheinbaum como aspirante a la presidencia, es que también suben los de Adán Augusto López Hernández, secretario de gobernación y que estuvo muy activo recorriendo los estados en aviones de la guardia nacional y coordinando los operativos de acarreo y coacción en los estados.
Los números hablan del éxito de la gestión del inquilino de Bucareli, que es la carta fuerte del ejecutivo federal, con quien lo unen lazos de camaradería y complicidad. Él es el verdadero gallo de López Obrador: Marcelo y Monreal ya pueden perder toda esperanza.
A Ebrard, no se ha cansado López Obrador de propinarle humillaciones, dejándolo en ridículo a los ojos de la prensa y el mundo y en lo que toca a Monreal, a pesar de que no deja de arrastrarse y de lamer suelas, esperando que López Obrador se digne tomarlo en cuenta, el zacatecano es ignorado olímpicamente. Si eso no le dice nada, sabrá Dios que será capaz de hacerlo. Bien decía Juan Gabriel que lo que se ve, no se juzga.
Lo preocupante de este proceso de revocación de mandato es que puso de manifiesto que los priístas no son aliados confiables. Tanto a nivel local como nacional, fue claro que los alcaldes emanados del tricolor contribuyeron a hacerle el caldo gordo al presidente.
Resalta especialmente, destacamos, el caso del Estado de México y para vergüenza y oprobio de nuestra entidad, la situación de nuestra entidad, donde MORENA rebasó la meta que le impuso el centro, de entregar 300 mil votos.
A base de triquiñuelas, amenazas, halagos y ofrecimientos, Verónica Camino y Joaquín Díaz Mena consiguieron doblegar a los alcaldes priistas, que se fletaron con MORENA, en contraste con una ciudad de Mérida, que salvo contadas excepciones, desdeñó la causa del presidente.
Cabe precisar si a los buenos números obtenidos por MORENA en Yucatán no contribuyeron el exceso de confianza y cierta dosis de autosuficiencia en los niveles de gobierno, no considerando posible que la causa lopezobradorista consiguiera estos logros.
Estos números debieran llevar a los asesores políticos de nivel municipal y estatal, a revisar que es lo que se está haciendo a nivel Mérida y a nivel Yucatán y sobre todo, quien lo está haciendo. Quizá de este análisis, pudieran derivarse ajustes. No olvidemos que destacadas figuras presentes hoy día a nivel municipal y estatal, pudieran entrar en liza en 2024 contra MORENA.
En resumen: la revocación de mandato deja muy claro que la popularidad presidencial va a la baja y que la figura de Andrés Manuel López Obrador experimenta un grado de rechazo creciente, consecuencia de su estrategia de confrontación y polarización social.
A lo anterior, es pertinente añadir el desencanto que experimenta con el presidente y su partido, una clase media que confió en su capacidad de revertir el clima de corrupción y estancamiento económico imperante y el descontento del empresariado y los inversionistas con la política económica del gobierno federal.
Al rechazo de la clase media y los empresarios, podemos añadir el de la Iglesia y de los organismos de la sociedad civil, que encuentran en López Obrador, un adversario natural, pues se oponen a su prédica centralista, unipersonal y concentradora de poder.
Pero hay que dejar muy claro que lo que ha logrado en tres años de atomizar las capacidades presidenciales, es lo hecho por la verdadera oposición en este lapso y es que no es posible dejar de precisar que son los periodistas libres y los medios de comunicación sin compromiso, los que han herido de muerte al régimen de López Obrador, desmitificando su figura, exhibiendo su doble discurso de falsa austeridad, de nepotismo y corrupción.
Es de esperar que en los días por venir, se destapen nuevos escándalos de corrupción que involucren al presidente y su familia y que estos escándalos harán directamente mella en la intención de voto por MORENA rumbo al 2024, donde López Obrador ya no podrá estar presente.
La revocación de mandato ha exhibido que van a la baja de manera irrefrenable los bonos del presidente y su partido y que la sociedad mexicana ya ha amartillado el brazo, en espera de tirar el uppercut que se traduzca en el nocaut definitivo a las aspiraciones de MORENA de constituirse en un émulo del maximato de la época postrevolucionaria.
Seguimos pendientes…