Ignacio López Tarso cambió su apellido hace años; cómo se llamaba antes el actor
El seudónimo artístico de la estrella de «Macario» tiene un significado profundo para él.
A sus 97 años de edad, Ignacio López Tarso es una leyenda viva de la época dorada del cine mexicano y uno de los mejores actores que ha dado el país; sin embargo, hay algo que no todos sus fanáticos saben sobre el intérprete: oculta uno de sus apellidos.
No es que el artista sienta vergüenza o rencor por alguno de sus progenitores, sino que en su camino al estrellato se percató de que necesitaba un nombre que impactara y quedara grabado en la industria.
Por tal razón abandonó uno de sus apellidos y pasó de llamarse Ignacio López López a Ignacio López Tarso. La elección de este nombre se debe a un santo.
Se trata de Pablo de Tarso, un hombre judío que vivió entre el cinco al 67 d.C. y quien se convirtió en uno de los santos de la Iglesia católica.
Este nombre ha sido tan importante para él por varias razones, dentro de las que destaca el hecho de que él lo eligió, que ha llegado a usarlo en trámites oficiales y hasta en sus identificaciones.
¿Por qué eligió ese nombre?
Xavier Villaurrutia fue uno de los dramaturgos mexicanos que dio clase en la Academia de Arte Dramático del INBA. Ignacio fue tan fanático de él al punto de acudir a la escuela para pedirle que le autografiara unos libros.
Tanto lo sorprendió la admiración del joven, que lo invitó a quedarse de oyente, lo cual creó entre ambos el vínculo de alumno y maestro.
Cuando el actor pretendía iniciar su carrera en el teatro, el también director le aseguró que su nombre no era lo suficientemente bueno para que pudiera destacar entre los demás.
Fue entonces cuando recordó sus tiempos de seminarista y a la figura de Saulo de Tarso, también conocido como Pablo de Tarso por la Iglesia católica.
¿Quién fue Pablo de Tarso?
Otra forma de referirse al personaje es como el «Apóstol de los gentiles» o el «Apóstol de las naciones» y se ganó estos sobrenombres por dedicarse durante varios años a llevar la fe católica a varios puntos en Roma.
Esto llevó a que se crearan las primeras órdenes cristianas en gran parte de Europa, lo cual lo hace uno de los personajes más influyentes para esta religión.
Pese a esto, en el año 57 fue acusado por un grupo de hombres de violar la ley al permitir que unos griegos entraran a un templo judío. Esto causó una revuelta en la que estuvo a punto de ser linchado, pero al final fue arrestado. Por estos hechos fue encarcelado dos años y posteriormente decapitado, lo cual lo convirtió en un mártir.