José Luis Peniche Patrón y el orgullo de su nepotismo
Además de todas las imprudencias y arbitrariedades de José Luis Peniche Patrón como delegado del ISSSTE en nuestra entidad, es preciso poner de manifiesto que se sabe que en la delegación hay abundancia de malos manejos.
Personal de la dependencia ya nos ha alertado, primero de la resistencia de Peniche Patrón a trabajar con métodos y tecnologías modernos. Prueba de ello, es que siguen firmándose cheques como hace más de treinta años, en vez de hacerse transferencias y ese tipo de transacciones susceptibles de rastrearse. A la antigua, las cuentas pueden manipularse y volverse muy complejas y enredadas, con toda intención.
Nos comentan que Peniche Patrón lucra con los puestos de trabajo para favorecer a sus allegados, según sea su conveniencia y no respeta el escalafón, ni los derechos sindicales. Hay quien habla incluso de tráfico de plazas. El caso de una dirección de hospital otorgada a una persona que vino de Campeche, familiar de un conocido político con quien tiene nexos, lo confirma.
Nuestras fuentes aseguran que Peniche Patrón dispone indebidamente de los haberes destinados a la adquisición de equipos de prevención para el personal y para medicamentos para el tratamiento de diversas enfermedades como hipertensión y diabetes, en su provecho. De ser cierto, esto constituiría un crimen de lesa humanidad, más otros ilícitos susceptibles de tipificarse.
Sabemos que es adicto a la práctica de los moches y mañana daremos a conocer, con el sustento documental, las pruebas de ello. De como, solicitó a un proveedor la mitad de lo que se le adeudaba por concepto de pago de sus servicios para poder otorgarle la prestación a que tenía legítimo derecho, tras haber cumplido con lo que la institución le había solicitado. Tenemos en nuestro poder todas las pruebas de las ilegalidades y arbitrariedades registradas.
Pero antes de ello y para que nuestros amables lectores sepan la clase de alhaja que es José Luis Peniche Patrón, un individuo que alardea de ser intocable, debido a que su hermano Noe es amigo muy cercano de Andrés Manuel López Obrador, al que presume ayudar en su rancho, ese de onomatopéyico y sonoro nombre.
No podemos dejar de mencionar que Peniche Patrón es tío de un destacado funcionario del gobierno del estado en turno: de Roger Torres Peniche, flamante secretario de Desarrollo Social, a quien por nepotismo, corrupción y conveniencia, Peniche Patrón ha favorecido, ya que nos refieren varios políticos que los conocen, Torres Peniche es el orgullo de su nepotismo, como decía un ex presidente de la república.
Para ejemplificar lo anterior, daremos el botón de muestra más significativo, del que nos han enterado fuentes de indudable confianza: en tiempos de la tristemente célebre Ivonne Ortega Pacheco, José Luis Peniche Patrón ocupó la titularidad de la Contraloría estatal.
Debido a su influencia como contralor del estado, Peniche Patrón incrustó en la nómina de la dependencia a su adorado sobrino, sin que éste cumpliera labor alguna. Tal y como lo leyeron, Roger Torres Peniche, cobró como aviador durante todo el período de gobierno de la oriunda de Dzemul; jamás desempeñó labor alguna, solo se presentaba a cobrar.
Al concluir el período Ivonnista y cambiar de manos la titularidad de la dependencia, quedando al frente de la dependencia, Miguel Fernández Vargas, al asumir la gubernatura Rolando Zapata Bello, cesó el beneficio del nepotismo, pero con cinismo total y descaro absoluto, todavía tuvo Roger Torres Peniche, la desvergüenza de reclamar lo que consideraba se le debía y de preguntar si iba a continuar recibiendo el ilegal ingreso.
Lo anterior, pone de manifiesto la calidad moral que adorna a uno y a otro: tanto a Torres Peniche, como a Peniche Patrón, un verdadero par de joyas, que engalanan la administración pública, a nivel estatal y federal.
Mañana seguimos con la tarea de dar a conocer a la ciudadanía del estado, las travesuras de José Luis Peniche Patrón.
Seguimos pendientes…