¿Qué espera a Progreso?
Inevitablemente es una pregunta que nos hacemos, tras recorrer todas y cada una de las calles del puerto.
Con el trayecto, el panorama es el mismo: calles acribillada de baches, banquetas en mal estado, maleza crecida, basura acumulada. De manera inmediata surge la pregunta: ¿y el Ayuntamiento, que hace al respecto?
La respuesta por desgracia, es una sola: NADA.
El Ayuntamiento de Progreso sirve para satisfacer la vanidad y los complejos del alcalde, tomándose fotos. Pará que Julián se la pase regañando a la ciudadanía por las cosas que deja de hacer y para que junto con sus allegados, incrementen su patrimonio.
Pongo un ejemplo muy sencillo: recientemente Julián Zacarías se llenó la boca anunciando que entregaba la calle 106 flamante, al poco tiempo, apareció en un video, donde se quejaba de encontrarla sucia y llena de basura. Si bien es cierto que es inexcusable el descuido de la ciudadanía que arroja desperdicios en la vía pública, también es necesario precisar que si se contara con un servicio eficaz y oportuno de recoja, esto no pasaría, pues no se acumularían desechos en la vía pública. La irregularidad e impuntualidad del servicio marca la diferencia.
También debemos hacer notar las deficiencias en el servicio de agua potable, pues fuera del centro, el vital líquido carece de presión y no sube a los tinacos.
A pesar de presumir los elementos y equipos de las policías ecológica y turística, los elementos de la corporación municipal de seguridad, solo sirven para extorsionar al comercio y a la ciudadanía que se queja de su proceder de manera constante. Asimismo, los elementos de la policía municipal han hecho del depósito vehicular, una gran fuente de ingresos de dudosa legalidad.
Diversos sectores sociales se quejan del abuso de fuerza y la brutalidad y malos tratos de los elementos de la corporación de seguridad, que no mejoran su relación con la sociedad, habida cuenta de ser predispuestos a la extorsión, el chantaje y el abuso de autoridad, por el propio titular, Emilio Caamal Gutiérrez, solapado por el mismo primer edil.
¿Qué es entonces lo que espera a Progreso próximamente? Nada bueno es la respuesta. El municipio servirá como fuente de financiamiento para satisfacer las ambiciones de Julián Zacarías y para sufragar eventualmente el costo de su campaña a diputado federal, pues a pesar de que ha anunciado su determinación de contender por la candidatura a gobernador del estado, esto no es más que un simple sueño guajiro.
Habrá que dar cercano y puntual seguimiento a todo lo que haga y sobre todo a lo que deje de hacer, el flamante presidente municipal reelecto de la sufrida ciudad y puerto de Progreso de Castro. De ello nos encargaremos.
Seguimos pendientes..