¿Mano negra en la sucesión en el IEPAC?

La labor de presidir el organismo electoral a cualquier nivel, es de lo más trascendente, pues a través de la toma de decisiones, puede definir el rumbo de una elección y con ello, el destino o la suerte de una entidad federativa o incluso un país.

Todos los partidos políticos lo saben y de manera abierta o solapada, tratan de tener gente afín o simpatizante de sus ideas al frente de cada entidad electoral.

Lo anterior, es de lo más natural, habida cuenta de las naturales preferencias, simpatías o antipatías que todo ser humano posee. Lo esencial en la labor de quien preside un órgano electoral, es no permitir que prevalezcan en las decisiones de carácter institucional.

Yucatán como todos los estados de nuestra nación, también tiene un árbitro electoral, que es el IEPAC (Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Yucatán), que a la fecha, preside María de Lourdes Rosas Moya.

Concluido el periodo de la gestión de la presidenta en funciones, se debe proceder a la elección de un nuevo consejero Presidente. Al efecto, por ministerio de ley, se emite una convocatoria al efecto.

Mediante esta convocatoria, los ciudadanos interesados, se inscriben y deben presentar y aprobar una seríe de pruebas y filtros, que pongan de manifiesto su capacidad e idoneidad para el desempeño del cargo. Los integrantes del IEPAC hacen las veces de sínodo y en teoría, su desempeño es imparcial, así como en la teoría, los aspirantes están desprovistos de todo vínculo partidista.

Pero subrayamos, eso es nada más en teoría, porque en la práctica, todos llevan un color en su corazoncito, por mucho que se empeñen en negarlo y protesten absoluta imparcialidad.

En Yucatán, el proceso para elegir a quien sucederá a María de Lourdes Rosas Moya, está en marcha y también en plena efervescencia. En la actualidad se encuentra en su etapa final y el número de aspirantes se ha reducido considerablemente en relación a los inscritos en la etapa inicial.

Muchos aspirantes no pudieron superar los exámenes iniciales, que además de temas de carácter electoral y psicométrico, incluyen cuestiones complejas de matemáticas, que no tienen nada que ver con el tema electoral, pero que son parte de la prueba.

Superada esta etapa, los aspirantes debieron elaborar un ensayo sobre un tema relacionado con el proceso electoral. De ser aprobados en esta instancia, deberán comparecer a charlar con los consejeros, que determinarán su idoneidad, sin especificar de qué manera lo harán y sin haber evidencias que garanticen un proceso imparcial y justo.

Decimos lo anterior, porque los consejeros, de acuerdo a sus filias y fobias, podrían eventualmente preguntar obviedades o cuestiones de imposible resolución y que serán calificadas, subrayamos, con base a un criterio subjetivo e imposible de impugnar de manera eficiente.

Resulta pues, de importancia capital dar seguimiento al proceso de elección de quien sucederá a la presidenta del IEPAC actualmente en funciones.

Es por eso, que pudimos saber que al momento de acudir a presentar su prueba, el actual secretario ejecutivo en funciones y aspirante al cargo de presidente del organismo en cuestión (situación que de inicio supone una inequidad en el proceso, pues ninguno de los aspirantes debiera tener vínculos institucionales que puedan significarles ventajas como el eventual acceso a información privilegiada o al contacto con los integrantes del sínodo), Hidalgo Armando Victoria Maldonado, pudimos enterarnos que acudió a presentar su prueba, estando contagiado de coronavirus.

Peor aún a la situación de estar contagiado por el virus del Covid-19 y poner en riesgo, no sólo su salud, sino también la de los demás empleados de todo nivel del IEPAC, Victoria Maldonado todavía tuvo el cinismo de publicarlo en FACEBOOK (publicación que eliminó posteriormente) y de hacerlo saber, a través de mensajes privados a algunos de los demás aspirantes.

Esta actitud merece sin duda, ser sancionada, por violar la ley de salud vigente en nuestra entidad y poner en riesgo, la integridad y la salud del resto del personal institucional. Una prueba de antígeno o cualquier otra forma que médicamente se considere oportuna, podrá comprobar que Victoria Maldonado padeció recientemente el contagio del virus del COVID-19 y comprobará de igual modo, su indebido proceder, que es digno de acarrear consecuencias en el proceso en que participa, de igual modo que debiera establecerse que un integrante en funciones del IEPAC, no debiera poder ser aspirante a ningún cargo de superior jerarquía, por las ventajas que su condición supone.

Hacemos votos porque se tomen cartas en el asunto y el proceso de renovación de la presidencia del organismo electoral se verifique de manera clara y transparente, para garantizar la certeza y legalidad de la democracia y la aplicación de las normas electorales en nuestra entidad.

Seguimos pendientes..