OLGA SÁNCHEZ CORDERO: SU VERDADERA PERSONALIDAD
Olga María del Carmen Sánchez Cordero Dávila, tiene 74 años. Pertenece a la Logia del Valle de México desde hace cuatro décadas.
Es hija política de María de los Ángeles Moreno Uriegas, masona y ocultista fallecida en 2019, que presidió al PRI mientras operaba en la era salinista, representando los intereses del grupo Atlacomulco.
Su suplente en el Senado, es Jesusa Rodríguez, su comadre y mejor amiga, quien le cediera su escaño, para que la ex titular de gobernación pudiera presidir la mesa directiva, con el consecuente disgusto de Ricardo Monreal, coordinador de la fracción parlamentaria de MORENA.
Jesusa Rodríguez, mejor conocida como la senadora marihuana, fue quien dijo que «no es común encontrar a alguien católico e inteligente», recibiendo una respuesta que constituyó una tremenda bofetada con guante blanco del senador priista Jorge Carlos Ramírez Marín, quien la puso en su lugar, haciéndolo con mucha elegancia.
Olga Sánchez Cordero fue la primera notaria en la Ciudad de México, obteniendo la patente como fedatario, después de haberse consagrado en la Logia masónica, tras alcanzar el grado 21, con los ritos y juramentos que ello implica de carácter abiertamente luciferinos, consistentes en pisotear un crucifijo, entre otros igualmente deleznables.
Olga Sánchez Cordero siempre ha odiado la maternidad y ha escrito varios artículos donde proclama la muerte del «patriarcado opresor».
Duró de 1995 al 2015, un total de 20 años, como ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, donde con su voto, iniciativas y cabildeo, lideró el impulso al feminismo radical.
Sánchez Cordero es decidida promotora y partidaria de planteamientos tan abominables como la legalización del aborto, las drogas, la eutanasia, el gaymonio y es determinada impulsora de la ideología de género.
Quien fuera conocida por su inoperancia política como «el florero de Bucareli», se cataloga a sí misma como luciferina, siendo reputada como tal, en los círculos masónicos. Es enemiga política de otra masona: Beatriz Pagés.
Sánchez Cordero merced a su aversión a la maternidad, nunca tuvo hijos y al amparo del poder y una muy bien solapada corrupción, ha amasado una fortuna de al menos, 400 millones de dólares, sin contar los bienes de su consorte, Eduardo García Villegas, que incluyen departamentos en el extranjero y una muy jugosa pensión, que contradicen la austeridad que presumen promover su instituto político y su líder jerárquico, Andrés Manuel López Obrador.
Olga Sánchez Cordero es la activista e impulsora más importante del aborto en México y promotora del libro «Simone de Beauvoir…entre nosotras», del que es coautora y publicó en el año 2009, donde abiertamente le declara la guerra a la tradición cristiana que rige las leyes en Occidente, el matrimonio y la religión católica.
Se declara marxista, progresista y liberal. Hoy regresa al Senado, a cerciorarse de que México no sólo se vuelva una nación socialcomunista bajo la dictadura de López Obrador, sino además, a reformar todo el ordenamiento legal que transforme México en el paraíso del lobby gay internacional, el aborto y la persecución a los valores cristianos, los cuales ella odia y desprecia públicamente en sus conferencias, al lado del falso sacerdote católico Fray Julián Cruzalta.
Olga Sánchez Cordero es uno de los más perversos personajes de la llamada cuarta transformación, que con una imagen anodina en apariencia, tiene a su cargo los más malignos objetivos de la dictadura comunista en ciernes, encabezada por Andrés Manuel López Obrador.
Seguimos pendientes…