Una Forma Extraordinaria con un extraordinario crecimiento
Hay una aparente contradicción interna en la explicación que el propio Francisco da a la radical medida adoptada contra la Misa Tradicional en su último y polémico motu proprio, elaborado sin escucha atenta ni diálogo, por no mencionar la misericordia. Me refiero a que si los adeptos son una exigua, casi indetectable minoría en la vida de la Iglesia, ¿cómo pueden representar una amenaza a la unidad que justifique un trato tan urgente y tajante? Y si, por el contrario, son un grupo creciente y de peso, ¿cómo no estudiar sus motivaciones y dialogar con ellos para promover un encuentro?
La realidad es que ambas cosas son ciertas, al menos en parte: los católicos que asisten regular o exclusivamente a la Misa Tradicional representan un colectivo diminuto dentro de la Iglesia, pero que experimenta un notable crecimiento.
Esos son, al menos, los primeros hallazgos de un estudio encargado por la norteamericana Crisis Magazine. Los editores de la publicación partían de una pregunta: en los últimos meses se ha hablado del crecimiento extraordinario de las Misas Tradicionales en el mundo católico, pero hasta ahora toda la evidencia de que se disponía era anecdótica. Uno comprobaba que la Misa Tradicional a la que asistía se llenaba de un día para otro de parroquianos; otro comentaba que se había empezado a impartir también en tal o cual parroquia de su zona, o disertaba sobre los seminaristas que había conocido que deseaban oficiar la vieja Misa. Nada, en fin, muy preciso.
Ese es el hueco que pretende llenar el estudio de Crisis. Pretende examinar las parroquias de Estados Unidos que ofrecen al menos una Misa Tradicional en su calendario regular de Misas, y determinar cualquier variación en la asistencia a Misas Tradicionales desde enero de 2019, una fecha previa al estallido de la pandemia de coronavirus y sus restricciones concomitantes.
Según el informe, en enero de 2019, la asistencia media en 59 parroquias con un Misa Tradicional dominical era de 145. Un año después, subía 163, con 61 parroquias estudiadas. En 2021, 69 parroquias con una media de 173 asistentes. Y en junio de 2021, 75 parroquias con Misas Tradicionales los domingos a las que asistían una media de 196 fieles.
El crecimiento es rápido y notable. Aumentó tanto el número de parroquias que celebraban Misas Tradicionales (un 27% ) como la media de asistentes por cada Misa (un 34%).
Esas cifras suponen un crecimiento más que significativo, sobre todo si tenemos en cuenta que en ese mismo periodo la asistencia a Misa en general ha venido cayendo notablemente.
Sigue siendo, hay que insistir, una minoría diminuta dentro de la Iglesia. Antes de Traditionis custodes había en Estados Unidos 658 parroquias que celebraban al menos una Misa Tradicional a la semana, sobre un total de 16.702, es decir, solo un 4%, una gota en el océano.
Pero el estudio indica claramente que el crecimiento en la asistencia a la Misa Vetus Ordo, al menos en Estados Unidos, no era meramente una anécdota y que ha venido creciendo a un ritmo absolutamente desconocido en la Iglesia en Occidente.